Riña entre reos deja 52 muertos en cárcel del noreste de México

Una riña entre dos grupos rivales dejó 52 muertos y 12 heridos en una vieja y sobrepoblada cárcel del noreste de México, a pocos días de que el Papa Francisco visite una prisión en el país azotado por la violencia del crimen organizado.

El gobernador del norteño estado Nuevo León, Jaime Rodríguez, informó que el conflicto comenzó cerca de la medianoche del miércoles en el penal de Topo Chico, ubicado en Monterrey, la capital del estado, que alberga a 3,498 reos.

“Alrededor de la 01.30 horas (0730 GMT) tras la intervención de la autoridad penitenciaria la situación quedó bajo control”, dijo en conferencia de prensa y descartó la fuga de presos.

Rodríguez explicó que el conflicto se originó de una disputa entre los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, apodado “El Credo”, y Juan Pedro Saldivar, alias “El Z27”. Precisó que todos los fallecidos son hombres.

Los grupos enfrentados prendieron fuego a las bodegas de víveres del penal sin afectar las áreas de dormitorio, afirmó.

Poco antes, imágenes de televisión mostraron a desesperados familiares de los presos a las puertas del penal. Algunos lanzaron piedras y palos hacia el interior reclamando información sobre el suceso.

Los medios locales reportaron que cuando estalló el motín se observó fuego en una zona de la cárcel y que se escucharon detonaciones.

El incidente es el más reciente de una serie de disturbios mortales en los últimos años en las hacinadas cárceles del país, repletas de reclusos vinculados al crimen organizado.

En el 2014 un sangriento choque entre presos de bandas rivales del narcotráfico dejó 44 muertos en otro penal de Monterrey, de donde 30 reos del sangriento cártel de Los Zetas aprovecharon para huir en medio de la revuelta.

En el 2013, al menos 13 personas murieron y 65 resultaron heridas en un motín atribuido a la violencia de bandas en una cárcel en el central estado mexicano San Luis Potosí.

El Papa Francisco llegará el viernes a México para una visita que lo llevará, entre otros lugares, a una prisión en la fronteriza Ciudad Juárez, que hace unos años era considerada como una de las más violentas del mundo.

 

Reuters.com