Recompensa de $50 millones por guerrilleros que atacaron Brigada 18 del Ejército

El presidente Juan Manuel Santos ordenó a las Fuerzas Militares intensificar las operaciones contra el ELN.

El Gobierno ofreció una recompensa de hasta $50 millones por información que permita ubicar y capturar a los guerrilleros responsables del ataque con explosivos a las instalaciones de la Décima Octava Brigada del Ejército en el departamento de Arauca.

De acuerdo con el comandante del Ejército, general Alberto Mejía, hacia las 4 de la mañana de este lunes, presuntos guerrilleros del ELN lanzaron seis artefactos explosivos improvisados desde una volqueta adaptada con rampas de lanzamiento.

Caen en las instalaciones de la Brigada 18, y caen sobre unos potreros de la Brigada. No hay heridos, pero se da la afectación de tres vehículos. Inmediatamente se da la identificación de la volqueta, y es analizada por expertos en antiexplosivos, quienes están asegurándose que no haya en ella ninguna trampa y que ninguno de estos artefactos haya quedado en las rampas de lanzamiento. Asimismo, encontramos dos de estos artefactos en los parqueaderos de la Brigada y que explotaremos de manera controlada”, precisó el general Mejía.

“Seguiremos trabajando para disminuir la capacidad terrorista del ELN”, subrayó Mejía, quien mencionó que estos días el grupo insurgente conmemora los 50 años de la muerte del sacerdote Camilo Torres, pionero del ELN fallecido el 15 de febrero de 1966 e ícono latinoamericano de la lucha guerrillera.

En la mañana, el presidente Juan Manuel Santos convocó un consejo de seguridad extraordinario en el que se analiza la situación de orden público en el departamento de Arauca. Se espera que en las próximas horas se conozcan detalles de la estrategia que adoptarán las Fuerzas Militares en esa zona.

Por su parte, el general Luis Danilo Murcia, comandante de la Octava Brigada, señaló que este ataque se produce como respuesta al despliegue ofensivo que han realizado las tropas de la Fuerza de Tarea Quirón contra ese grupo guerrillero.

“Se han dado importantes afectaciones, como han sido 27 capturas en lo que va corrido del año, tres menores de edad recuperados, un desmovilizado, incautación de  material de guerra: diez fusiles, armas de acompañamiento, más de mil cartuchos de diferente calibre, material de intendencia y comunicaciones, 23. 7 hectáreas de cultivos ilícitos erradicadas, ubicación y destrucción de 21 artefactos explosivos improvisados que pretendían usarse para atentados contra la población civil, la Fuerza Pública y los activos estratégicos de la Nación generando así un debilitamiento significativo a estas estructuras”.

– ¿Perder “el tren de la paz”? –

El ELN, fundado en 1964 bajo influencia de la revolución cubana y actualmente con unos 1.500 combatientes, según cifras oficiales, mantiene desde enero de 2014 diálogos preliminares de paz con el gobierno de Santos, que busca iniciar un proceso paralelo al que tiene lugar en Cuba desde hace tres años con las Farc, principal grupo insurgente del país.

A diferencia de las Farc, que cumplen desde julio pasado un alto al fuego unilateral en el marco del proceso de paz, el ELN ha mantenido su ofensiva, que el presidente Santos dijo este sábado que combatirá con “contundencia”.

“No vamos a bajar la guardia. Todo lo contrario: vamos a redoblarla“, señaló el jefe de Estado, antes de pedir la liberación del soldado Jair de Jesús Villar Ortiz, capturado el miércoles por el ELN, y del abogado Ramón José Cabrales, en poder de esa guerrilla desde 2014.

El ELN contestó el domingo en su cuenta en Twitter, insistiendo en la necesidad de un cese bilateral del fuego para generar un “clima favorable” a los diálogos, tras una semana en la que la guerrilla ha recibido varias advertencias para acelerar el paso hacia la fase pública de las negociaciones.

Santos volvió a afirmar este fin de semana que al ELN “los está dejando el tren de la paz”, luego de que el lunes 1 dijera estar “en espera” de concretar las reuniones necesarias “para pasar de la fase confidencial a la fase pública”.

De acuerdo con algunas versiones, los retrasos se deben a discrepancias internas en el ELN, por mandos radicalizados que se resisten a dejar las armas, condición fundamental del gobierno para un iniciar un proceso de paz.

También habría desacuerdo entre las partes sobre la sede de las negociaciones: mientras para el gobierno Ecuador sería el escenario propuesto, para el ELN la mesa formal de conversaciones debería instalarse en Venezuela.

elespectador.com