A prisión, colado en TransMilenio sindicado de asesinar a operador

Wilson Monroy Cárdenas, señalado por el crimen, no aceptó cargos en su judicialización.

Wilson Monroy Cárdenas es el hombre al que las autoridades señalan de acabar con la vida de Leonardo Licht, el operador de TransMilenio que le pidió a Monroy que pagara el pasaje, ya que se había colado en la estación Jiménez en el centro de Bogotá. El sindicado, sin mediar palabra, le respondió con una puñalada mortal en el pecho.

Esta nueva víctima de la intolerancia contaba con 22 años y prestaba sus servicios como controlador de torniquetes para el operador Recaudo Bogotá. Tras la agresión, no hubo tiempo para que los organismos de socorro lo trasladaran a un centro asistencial, y falleció a la vista de las personas que accedían al sistema hacia las 9:30 de la mañana, hora en la que sucedieron los hechos.

Monroy fue detenido en el lugar del homicidio por la Policía, y este lunes en la mañana se legalizó su captura en una audiencia que se realizó en el complejo judicial de Paloquemao. Allí se le imputó el delito de homicidio agravado, que le podría dar hasta 33 años de prisión. Sin embargo, el acusado no aceptó el cargo. No obstante, se le dictó medida de aseguramiento y fue enviado a la cárcel La Modelo.

El presunto homicida tiene 30 años de edad y en los registros de la Policía apareció con antecedentes penales por los delitos de porte ilegal de armas, hurtos calificado y agravado, así como por tentativa de homicidio. A propósito, se supo que por ese último delito el agresor había estado recluido en un centro penitenciario hasta hace cinco días.

“Al momento de la captura no se observa que el detenido esté bajo estado alterado de conciencia. Sin embargo, se le practicó examen del Instituto de Medicina Legal, para descartar o confirmar el consumo de licor u otras sustancias”, reveló la Policía de TM.

La víctima

Leonardo Licht era oriundo del municipio de Pacho, Cundinamarca, y aunque no tenía hijos, convivía con una compañera sentimental en un barrio de la localidad de Usme.

Desde el 18 de diciembre del 2015 estaba vinculado de manera permanente y a término indefinido a Recaudo Bogotá (RB), en donde desempeñaba funciones de observación y acompañamiento en las estaciones. De hecho, cada tanto cambiaba de lugar asignado, por rotación de personal.

En la estación Jiménez prestaba su servicio desde principios del 2017, y el domingo había llegado al sitio desde la hora de inicio de operación del sistema (5 de la madrugada). Este mes, Licht entraría a estudiar administración de empresas en el SENA. Al fallecido le sobrevive una hermana.

Según RB, las agresiones en contra de los funcionarios que laboran en las estaciones no son nuevas. Solo en el 2016 se registraron al menos 210 casos; golpes, insultos, maltratos, halones de pelo a las mujeres y rayones en la cara se cuentan entre las formas de agresividad que se dan contra estos controladores.

“Sin embargo, es la primera vez que un ataque a servidor termina con la muerte. Lamentamos profundamente el incidente”, señaló el operador, que reclamó una acción efectiva de la autoridad judicial.

Sobre el tema, TransMilenio le extendió un mensaje de apoyo a los familiares. “TM rechaza tajantemente este doloroso hecho y envía un mensaje de condolencia y solidaridad a la familia”, comunicó.

En redes sociales la indignación no se hizo esperar. “De por Dios, un país sin justicia es un país inviable”, opinó @alferdel en Twitter. “Definitivamente esos hampones, colados, son un problema que se le salió de las manos a Bogotá”, agregó @jearamvi en la misma plataforma.

Según la última encuesta de percepción ciudadana, divulgada por el observatorio ‘Bogotá, Cómo Vamos’, en la capital solo 26 por ciento de los consultados creen que los habitantes se comportan bien frente al respeto por la vida. Y aunque el índice de homicidios por cada 100.000 habitantes bajó de 17,1 en el 2015 a 15,8 en el 2016, las autoridades han insistido en que aún falta mucho por mejorar en tolerancia.

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