Plan de Desarrollo desfinanciado, Metro elevado y venta de ETB, sin estudios: Contraloría

Por falta de ingeniería de detalle, el metro elevado no debería contar con las vigencias futuras que le aprobaron al Distrito, dice el ente de control. Pide más claridad para definir la suerte de la empresa de telecomunicaciones.

A las críticas que a diario le llueven al alcalde Enrique Peñalosa por su Plan de Desarrollo se suma ahora una voz revestida de autoridad: la Contraloría. El ente de control fiscal critica el proyecto, del que dice está desfinanciado y, de paso, cuestiona dos temas sensibles para la administración: el metro elevado y la venta de la ETB. Para la entidad, ambos tienen un factor común: la falta de estudios.

Las afirmaciones no tomaron por sorpresa a la Alcaldía ni al Concejo. En la tarde del 20 de mayo, dos días antes de que los quince concejales de la Comisión del Plan de Desarrollo comenzaran a estudiar y votar el proyecto, la Contraloría le envió al cabildo el estudio que realizó sobre la iniciativa.

Es un documento de 42 páginas en el que advierte que el anunciado metro elevado carece de estudios suficientes y que, tal y como están planeadas las inversiones, el paquete de propuestas está desfinanciado. A este se sumó otro informe conocido ayer y titulado “La ETB, patrimonio público de la ciudad”, en el que señala que el Distrito no ha presentado un estudio serio en el que analice los escenarios posibles antes de tomar una decisión.

Aunque desde sectores políticos de oposición, artículos periodísticos y de opinión estos son puntos que se han tratado reiterativamente, el peso de este pronunciamiento radica en que es el primero que hace un organismo de control, justo el encargado de vigilar cómo se invierte el presupuesto.

Sobre la propuesta de metro elevado, la Contraloría anota que la falta de “estudios detallados” tiene serias implicaciones si se tiene en cuenta que hace un mes, cuando el Concejo aprobó la creación de la Empresa Metro, también autorizó al alcalde para comprometer vigencias futuras extraordinarias de 2017 a 2036, por $4,1 billones, para financiar la primera línea. El ente de control recuerda que, por ley, esas vigencias solo se autorizan para obras cuyos estudios “incluyan la definición de obras prioritarias e ingeniería de detalle”, algo que, en este momento, aplicaría para el metro subterráneo.

Fue la misma inquietud que surgió en el Concejo antes de aprobar ese presupuesto, pero en su momento la secretaria de Hacienda, Beatriz Arbeláez, calmó las aguas argumentando ante los concejales que la administración sí cumplía los requisitos de ley.

Sobre la crítica por falta de estudios, el gerente de la Empresa Metro, Andrés Escobar, responde que entre junio y septiembre la compañía francesa Systra, subsidiaria del Metro de París, aportará alternativas de trazados, alturas y longitudes para el tramo oriental de la primera línea, definirá las troncales complementarias de Transmilenio y propondrá localizaciones del nodo final.

La Contraloría, por otra parte, también advierte desde ya el riesgo de que la Alcaldía incumpla con las inversiones prometidas en el Plan de Desarrollo. La razón es que la financiación depende, en buena medida, de recursos inciertos, como Alianzas Público Privadas (APP), la venta de la ETB y la gestión de recursos ante el Gobierno Nacional. Aunque, desde una perspectiva política, la fluidez de la relación que sostiene Peñalosa con los privados y la Nación le facilitará su camino, técnicamente es riesgoso depender de los recursos que gestione en ambos frentes.

“A pesar de que el Distrito ha expresado que el estado de las finanzas no es el mejor, ha presentado un plan bastante amplio, con algunas fuentes de financiación inciertas (…) Ante esto, el Plan queda desfinanciado”.

ETB: falta análisis

En cuanto a la ETB, y cuando es casi un hecho la autorización para que el Distrito pueda vender su participación, la Contraloría llamó la atención en un detalle importante: la administración no ha presentado estudios técnicos que permitan determinar cuál es la decisión más favorable para la ciudad. “Hace falta un estudio de una empresa seria, que analice el presente y el futuro de la compañía para saber cuál es el decisión más favorable: capitalizarla (con recursos del Distrito), conseguir un socio estratégico o venderla”, dijo Ligia Inés Botero, contralora encargada.

Agregó que ese estudio debería analizar el panorama frente a cada escenario. “Hacerlo con cifras y datos, para saber el costo-beneficio de cada una de esas decisiones y así establecer lo más conveniente para la ciudad. Hoy no se tiene un soporte técnico que permita tomar la decisión más favorable para el Distrito, la ETB y los ciudadanos. Sólo se ha contemplado la venta, con la cual solo se podría financiar el 2,5 % del Plan de Desarrollo”.

Desde el momento que se hizo pública la intención de vender la ETB, el pasado 29 de abril, la administración justificó la decisión en los resultados negativos de la compañía y en la necesidad de invertir en obras esos recursos. Para el ente de control, antes de mostrar los resultados de administraciones pasadas, debería analizarse el presente y su proyección a futuro.

Por eso adelantó un estudio en el que analizó aspectos como su posicionamiento en el mercado local y nacional, su situación financiera y económica, sus potencialidades, su pasivo pensional, su nivel de endeudamiento y su plan estratégico.

Como fortalezas encontró el gran potencial en redes y servicios de interconexión (cubren casi toda la ciudad) con el que quedó luego de la millonaria inversión en su red de fibra óptica, que es una empresa fuerte en telefonía fija y servicios de internet, que tiene el mejor datacenter de América Latina, que es fuerte en el mercado corporativo y de Gobierno y que tiene un grupo empresarial grande, que le genera importantes dividendos.

Aclara que, si bien ocupa el cuarto puesto a nivel nacional frente a otros operadores, hay que tener en cuenta que apenas en 2013 incursionó en el mercado de telefonía móvil, internet móvil y servicios de televisión, sectores en los que la competencia lleva más de veinte años. Sus productos están en etapa de maduración frente a competidores que tienen experiencia, músculo financiero y que son fuertes no solo en el país, sino en Latinoamérica.

“Encontramos que tiene un pasivo pensional sano, gracias a su buen manejo y que cuenta con las provisiones necesarias para pagarlo. En cuanto a su deuda, el manejo financiero ha sido sano, y que para las inversiones que hizo en los últimos años, por $2,3 billones, prácticamente puso $530.000 millones, ya que el resto se financió con bonos redimibles a diez años. Si tuviera que pagar esas obligaciones, no tendría que hacerlo de forma inmediata”.
En cuanto a sus debilidades, la Contraloría advirtió que la ETB necesita una mejor estrategia comercial para sacarle provecho a la infraestructura con nuevos clientes que permitan generar el ingreso para seguir en el mercado.

Agrega que la compañía es una empresa atractiva para los inversionistas, si se logra potenciar sus servicios y disminuir los gastos (crecieron 68 % entre 2014 y 2015). Aunque ha venido financiando grandes proyectos, el precio de la acción se ha valorizado: Mientras ha crecido casi el 20 %, otras solo han llegado al 2,5 %.

Ante este panorama, indica la Contraloría, cualquier decisión debe ser transparente. “Es decir, que se tome protegiendo el patrimonio público, de forma imparcial y con los suficientes controles para aclararle a la gente las posibilidades que tiene la ETB, de acuerdo con estudios técnicos”.

La secretaria de Hacienda responde que son apreciaciones incorrectas y que sí han desarrollado los estudios técnicos, que analizaron las tres opciones (vender, capitalizar o socio estratégico) y que las presentaron al Concejo para que tomara una decisión.

“Todas las alternativas las presentó el presidente de la ETB. Sí consideramos todos los escenarios y esos argumentos quedaron en el documento que se radicó el pasado domingo en las discusiones en el Concejo. Básicamente consideramos que la mejor decisión es vender, ya que la administración no tiene como rentabilizar la compañía”.

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