Peso colombiano es la divisa mundial con oscilaciones más grandes

Las mayores oscilaciones en cuatro años para el peso colombiano están alimentando las conjeturas de que el banco central del país seguirá los pasos de México y Perú tomando medidas para aliviar la volatilidad de la moneda.

Una escasez de dólares en el mercado colombiano está exacerbando las fluctuaciones y podría llevar a los diseñadores de la política a adoptar medidas que tratarían de fortalecer la confianza empresarial, según el Banco de Bogotá y Corredores Davivienda. La volatilidad implícita a un mes en las opciones sobre el peso, que refleja las modificaciones proyectadas en el tipo de cambio, trepó hasta 21 por ciento el jueves, el nivel más alto entre 31 grandes monedas detrás del rublo ruso.

Si bien el peso se recuperó el jueves cuando subieron los precios del petróleo, la moneda colombiana todavía está un 25 por ciento más abajo este año, empatada con el real brasileño en la peor caída entre las grandes monedas. El peso se encamina a su mayor caída mensual desde 2008. La divisa de Colombia fue castigada por el derrumbe del crudo, que representa la mitad de sus exportaciones.

“Esos saltos enormes de un día en el peso están elevando el riesgo de que la medida se torne desordenada”, dijo Camilo Pérez, jefe de analistas del Banco de Bogotá. “El mercado necesita liquidez a corto plazo”.

Los diseñadores de la política colombianos no han debatido medidas para reducir la volatilidad cambiaria o frenar la caída del peso, pero tienen un rango de herramientas para usar si es necesario, dijo la codirectora del banco central, Ana Fernanda Maiguashca, en una entrevista el lunes. Una caída del peso probablemente no desataría por sí sola una respuesta, agregó.

Al día siguiente, el codirector del banco central, Adolfo Meisel, dijo que la caída del peso es una respuesta a los precios más bajos del petróleo y que una “iliquidez en los mercados de cambio, algo que no estamos viendo”, podría generar una intervención cambiaria.

Si la inflación se acelera este mes, los diseñadores de la política podrían inclinarse a intervenir, dijo Pérez. Las permutas cambiarias, que el banco central incluyó este año como una posible herramienta de intervención, sería el instrumento favorito ya que no implican reducir las reservas internacionales, dijo.

El banco central de Colombia votó este viernes en una decisión dividida por mantener la tasa de referencia de 4,5 por ciento. El mes pasado, algunos diseñadores de la política votaron por elevar los costos de endeudamiento un cuarto punto porcentual, diciendo que un peso más débil contribuía a acelerar la inflación.

Banco de la República probablemente no intervendrá y si toma una medida, será elevar los costos de endeudamiento para mantener estables las expectativas inflacionarias, según Juan Lorenzo Maldonado, economista de Credit Suisse Group AG.

De todos modos, es probable que los banqueros centrales vigilen las oscilaciones cambiarias ya que la mayor volatilidad puede trabar las importaciones, dijo Germán Cristancho, jefe de analistas en Corredores Davivienda.

“La volatilidad es tan alta que si estuvieran activados los mecanismos que emplea habitualmente el banco central, se dispararían”, dijo. “En estas circunstancias, es justificable”.

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