La temporada seca está afectando a los monos en el Atlántico

Los monos cotudos y titíes cabeciblancos son las especies más afectadas por la intensa sequía que atraviesa el Atlántico. Así lo confirmó Joe García, un biólogo que trabaja como colaborador en la Corporación Autónoma Regional del Departamento (CRA).

A pesar de que no se han registrado muertes o grandes migraciones de esta y otras especies, la alarma está encendida porque el calor, que afecta sus principales fuentes de alimentación e hidratación, los está obligando a salir de sus hábitat y por ende a correr peligro.

“La época más dura para la fauna silvestre del Atlántico se vivió en octubre del año 2014. Actualmente la situación es de alto cuidado, pero con las intervenciones que estamos realizando en las diferentes zonas que tenemos identificadas como críticas los animales no corren mayor peligro”, afirma García.

Cada 15 días un grupo de funcionarios de la CRA hace recorridos estratégicos en Tubará, Juan de Acosta, Piojó y Repelón, municipios identificados como los que más problemas han presentado con sus especies silvestres.

“Las comunidades nos avisan que los primates se están muriendo de sed y de hambre, y de inmediato ‘cuadramos’ visitas para buscar formas artesanales de alimentación e hidratación para los mismos. Nos valemos de tanques llenos de agua junto con recipientes que contengan frutas, hojas y semillas, y los ubicamos en los sitios donde estos acostumbraban a alimentarse”, asegura García, quien ha hecho parte de estas brigadas de ayuda animal, en las que también participa la comunidad.

Los monos son los que más sufren porque además de no hallar formas de supervivencia, son muy territoriales. Esa característica influye en que no salgan de las zonas donde ya no se están beneficiando. Hay finqueros, campesinos y empresas privadas que donan frutas de sus cosechas y mercancía fuera de la oferta, para el bienestar de estos animales y otros tantos que también sufren con la intensa sequía.

Hay distintos indicadores que informan sobre la gravedad de la situación que viven los animales silvestres. “Por un lado los avisos de la comunidad, la cual tiene comunicación directa con la CRA, y los hallazgos que se hacen en zonas urbanas”, indicó García.

Hace un mes fue hallado un tigrillo malherido en la Vía al Mar, en el norte del Atlántico. El animal, que fue embestido por un vehículo en horas de la noche, tenía una fractura en la cadera. Personal del ente rector del medio ambiente del Departamento, junto con la Fundación Zoológico de Barranquilla, lo están tratando de manera conjunta.

Para el biólogo este tipo de situaciones ofrecen una sola lectura. Los animales silvestres están empezando a sentir la inclemencia del clima reflejada en sus hábitat, por eso buscan sitios para seguir sobreviviendo.

Las situación de las otras especies silvestres no es crítica.

Estas han migrado para encontrar mejores condiciones de vida, pero no se encuentran en peligro. El acompañamiento de la comunidad ha sido vital para manejar esta situación.

Venados peligran por falta de agua

Los venados, además de los primates que sobreviven en el Atlántico, también están en grave peligro, así lo declaró la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), a través del biólogo Joe García, quien está al tanto de la situación de estas especies.

La razón de la pésima situación es que estos animales bajan de los montes para conseguir agua y alimentos, y en esa misión se exponen a distintos riesgos, entre esos el hombre, la urbe y terrenos desconocidos en los que terminan perdiéndose. La CRA trabaja en la restauración de hábitat y en las declaraciones de terrenos protegidos, para que estos animales sobrevivan.

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