¡Atención padres de familia! La ‘ballena azul’ Un juego peligroso para los jóvenes

Similar a un juego de rol, la “ballena azul” propone a los participantes 50 desafíos para cumplir: el suicidio es el último de la lista, con el que termina el juego.

El origen del juego no está claro, pero todo indica que nació en Rusia hace un par de años a través de noticias falsas, que al expandirse por las redes sociales, acabaron convirtiéndolo en viral.

Los adolescentes reciben mensajes en su teléfono o en perfiles de Facebook para unirse a grupos cerrados y poder participar en el juego. Los líderes o “curadores”, como se llaman los coordinadores, suelen ser adolescentes con perfiles falsos o personas que viven en otros países, sin ninguna relación con los participantes.

Entre los retos a ser superados hay algunos simples, como dibujar una
ballena en un papel y otros más mórbidos, como cortar los labios, hacerse un agujero en la mano, tatuarse una ballena en el brazo con una lámina o pasar 24 horas sin dormir viendo películas de terror.

Los participantes deben mandar pruebas gráficas de que han realizado y cumplidos las pruebas.

En América Latina, más exactamente en Brasil, se han registrado casos fatales en el estado de Paraíba (noreste), donde al menos dos jóvenes fallecieron supuestamente mientras participaban en una de las pruebas del juego.

Posteriormente, se registró otra muerte de una chica de 16 años en Vila Rica, en el estado de Mato Grosso (centro-oeste del país), quien murió ahogada en un lago y cuyo cuerpo fue encontrado con cortes en los brazos, una de las habituales pruebas que exige el juego.

En la misma ciudad, tras conocerse la muerte, una madre procuró a la Policía para denunciar que su hija también tenía cortes en el cuerpo y que sospechaba que estaba siguiendo las órdenes del grupo. Tras declarar ante la Policía, la chica admitió que estaba en la prueba 48 de las 50 del juego. La última, sería el suicidio.

Por el momento, las autoridades y los expertos aconsejan a los padres estar atentos con las actitudes de los hijos y alertar ante comportamientos extraños.

EFE – eltiempo.com