En un mes entregarán primeras obras en el río Bogotá

Son vitales para prevenir inundaciones en la capital. Obras se hicieron en un tramo de 52, 2 km.

Los primeros pasos que ha dado la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca para mejorar el estado del río Bogotá están dando frutos. La entidad calcula que la ampliación de su cauce y la limpieza de residuos terminaría a finales de febrero.

En el tramo, que mide 52,5 kilómetros, se han ejecutado varios trabajos para adecuar la cuenca. Según el director de la CAR Cundinamarca, Néstor Franco, han consistido en la ampliación del cauce de 30 a 60 metros y la construcción de jarillones y bermas (barreras elevadas) en los bordes del río. “Por el avance de las obras sería entregado el 28 de febrero”, anunció.

Esto fue lo que le mostraron a una misión de mediano plazo del Banco Mundial que llegó la semana pasada al país, para inspeccionar el avance de la intervención en el terreno que le corresponde a la CAR (desde Alicachín (Soacha), hasta la desembocadura del río Juan Amarillo, en la calle 80).

Su visita tiene que ver con el préstamo que le hizo a la Corporación en el 2011, por 250 millones de dólares, para adelantar la intervención en el río y avanzar en su recuperación.

La misión del Banco Mundial, que estaba conformada por expertos técnicos y financieros, no se pronunció oficialmente sobre el estado de las obras, “sin embargo, dieron un parte de tranquilidad porque están realizando el monitoreo simultáneo con otros dos proyectos de recuperación de ríos que financiaron en São Paulo (Brasil) y en Buenos Aires (Argentina), y el de Bogotá es el que lleva mayor avance”, dijo Franco.

El próximo paso será la adjudicación de las obras de optimización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Salitre, para el segundo trimestre de este año.

En el proceso hay dos firmas postuladas: Consorcio Expansión PTAR Salitre (integrada por una empresa brasilera y otra francesa) y el Consorcio Aguas del Salitre (por firmas de Colombia, España y Grecia). La interventoría estará a cargo del consorcio IVK, conformada por dos compañías españolas y una colombiana.

Lo que dejan los trabajos

Lo más importante que dejarán estos trabajos iniciales es que con la ampliación del cauce y la construcción de bermas y jarillones, las localidades de Bogotá por las que pasa el río dejarán de verse afectadas por posibles desbordamientos en épocas de invierno. Esto se debe a que la capacidad del río pasó de 100 a 200 metros cúbicos por segundo.

También, según la CAR de Cundinamarca, el ensanchamiento del río permitirá que en temporada de lluvias o de un eventual aumento en el caudal, haya más zonas del cauce para que fluya y así evitar inundaciones en zonas urbanas de Bosa, Kennedy, Fontibón, entre otros.

Las obras, además, ya dejan un avance importante en recuperación de fauna. Aunque la Corporación aclaró que la rehabilitación ecológica es un proceso que requiere tiempo, explicó que ya se ha evidenciado el regreso de algunas aves como la garza bueyera, la paloma torcaza, la mirla negra, el pinzón sabanero y la ibis negra en la ronda del río.

MICHAEL CRUZ ROA – eltiempo.com