En esto gastaría la Alcaldía el dinero de la venta de las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá
Una semana crucial para el futuro de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) comenzó en el Concejo. La corporación arrancó la discusión del proyecto que radicó el Distrito, para que le autoricen la venta de un 20 % de las acciones que tiene en la compañía, para financiar obras de infraestructura.
El debate se inició con la presentación de la administración, que explicó las opciones que analizó antes de considerar la venta. Reveló, además, las ocho obras que se financiarían con los $3,5 billones que podrían obtener con la venta. Entre los cabildantes surgieron dudas que se irán resolviendo a medida que avance la discusión.
Antes de radicar la iniciativa, según la secretaria de Hacienda, Beatriz Elena Arbeláez, el Distrito simuló escenarios como el endeudamiento, pignoración de utilidades, vigencias futuras, la titularización de dividendos, un arrendamiento financiero e, incluso, descapitalizar la compañía para obtener los recursos que se necesitan para apalancar ocho obras que beneficiarán la movilidad en el occidente y el suroccidente de la capital.
A pesar de las proyecciones, la conclusión fue la misma: la mejor opción para la ciudad y la salud financiera de la capital es enajenar una parte de las acciones, sin perder el control de la compañía.
Una de las preguntas que han rondado desde que se anunció el proyecto fue que, si la empresa era un activo tan rentable para la ciudad, ¿por qué no endeudarse en vez de vender? La respuesta de la secretaria de Hacienda fue que, de acuerdo con la proyección de los dividendos para la ciudad y las tasas de interés vigentes, es más favorable vender. “Si hoy Bogotá se endeuda, estaríamos endeudados a 15 años con tasas superiores al 10 %”.
Agregó que al mirar las fuentes para garantizar el pago de la deuda y teniendo en cuenta el cupo de endeudamiento que ya está aprobado, al aumentar un crédito por $3,5 billones, llevarían a la ciudad a tener indicadores de solvencia en un límite complicado.
Sobre otras alternativas que se estudiaron, la secretaria explicó que ninguna ofrece opciones más favorables. La última alternativa que estudiaron fue la descapitalizar la empresa para obtener los recursos que se necesitan, pero que debido a los proyectos y las deudas de la EEB, no hay flujo de caja suficiente para contemplar esta opción. Por esta razón, tras analizar todos los escenarios, se decidió que la mejor opción es democratizar, que al final, es una operación en la que todos ganan.
Los ciudadanos se beneficiarán porque se generarán 114.229 empleos, incentivando la economía, productividad competitiva de Bogotá y la región; y por último porque se financiaran obras que acabarán con un retraso de más de 50 años en movilidad, agregó Arbeláez.
El encargado de presentar los proyectos que se financiarían fue el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo. Explicó que serían ocho iniciativas, que mejorarían la movilidad en el occidente de la ciudad, generando ahorro en tiempo de viaje y, en términos sociales, “nos permitirían mayor accesibilidad a zonas de menores ingresos”.
Entre los proyectos estarían la conexión del ferrocarril del sur (entre Soacha y la troncal de las Américas) y el ferrocarril del norte, dos proyectos con los que esperan tener un sistema de transporte eléctrico con troles, que se integraría a los otros sistemas de transporte masivo. A estos se sumarían la calle 13, principal vía de acceso y conexión con municipios como Madrid, Facatativá y Mosquera, y la avenida José Celestino Mutis, como nuevo eje de movilidad entre el oriente y el occidente.
También habló de la posibilidad de mejorar dos tramos, que servirían como rutas alimentadoras del metro. Uno en la avenida Boyacá (hasta la calle 26) y otro en la avenida Ciudad de Cali (entre la calle 13 y los límites con Soacha). Finalmente, y quizás el más ambicioso, es la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO). “Es un proyecto estratégico, en el sentido de que nos ayuda a correr todo el tema de carga de la avenida Boyacá a un eje más lejano al occidente”, explicó Bocarejo.
Y aclaró: “Estos proyectos, independiente de la financiación, están siendo estudiados para el IDU y se preparan diseños detallados, para trabajar con la celeridad que se requiere… Contar con una mayor infraestructura, permiten que se hagan viajes más rápido. Además, es una estrategia que tiene que ver con la sostenibilidad financiera del SITP”.
“Lo que nos muestran los análisis es que si avanzamos en estos proyectos, podemos tener reducciones de casi 46.000 toneladas de CO2 al año, ahorros en casi 50 millones de horas de viaje para los ciudadanos y una mayor accesibilidad del occidente y suroccidente de la ciudad”.
El Distrito ya expuso sus argumentos. Ahora falta que los concejales debatan sobre la pertinencia de salir de otro de los activos del Distrito para financiar la infraestructura de la ciudad.
Los concejales
Los concejales tuvieron la oportunidad de plantear interrogantes. El primero en intervenir fue Manuel Sarmiento (Polo), quien le pidió al Distrito ser más claro con la ciudad al decirle a los bogotanos que con el dinero de la venta no se construirá ninguna obra sino que se usará para apalancar las Alianza Publico Privadas (APP) y terminar subsidiando peajes urbanos. “Pasaremos de una rentabilidad del 5% a no rentar nada, porque al apalancar las APP, los recursos de los peajes no se pueden tocar en 30 años, cuando terminen esas APP”.
El concejal Hollman Morris (Progresistas) preguntó cuánto vale el paquete accionario que van a vender de la EEB; Antonio Sanguino (Alianza Verde),apuntó a buscar una mayor claridad entre los términos democratización y privatización, y Roger Carrillo (Conservador), consultó sobre la rentabilidad de los dividendos de la empresa en lo corrido del año y cuáles son las razones de la disminución sustancial de dividendos del presente año.
El concejal Emel Rojas (Libres) preguntó cuáles van a ser los porcentajes de apalancamiento por cada obra; Jorge Torres (Alianza Verde) dijo que sigue la encrucijada de continuar con una empresa sólida o financiar infraestructura; Rolando González (Cambio Radical) preguntó cómo va a hacer la administración para valorar la acción al momento de la venta, yCelio Nieves (Polo), cuestionó sobre los resultados a corto plazo que Bogotá recibirá por la democratización y en cuánto tiempo se verá reflejado la disminución de tiempo de viaje para los bogotanos en cualquier medio de transporte.
Las respuestas por parte de la Administración Distrital se realizarán en una próxima sesión de la Comisión de Hacienda, en la que continuará el debate por la democratización del 20% de las acciones de la EEB.
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