Definida la fecha para que estrenen buses los usuarios de TransMilenio

El Distrito y la Financiera de Desarrollo Nacional estructuraron el proceso. El suministro de buses y la operación serán procesos separados. Se espera que en enero se publiquen los prepliegos de la licitación, que sería adjudicada en el primer semestre de 2018.

Adquirir una nueva flota de buses de Transmilenio (TM) era una tarea que había dejado pendiente la anterior administración, y que no había hecho la actual. Ambas prorrogaron la vida útil de los buses de las fases I y II del sistema, correspondientes a las troncales de la Autopista Norte, la calle 80, la Avenida Caracas, la NQS (carrera 30), la Avenida de las Américas y la Avenida Suba, pero este martes, TM y la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) presentaron su plan para renovar la flota actual, con un modelo que contiene un gran cambio: el proceso separará la llegada de nuevos buses de la operación, mantenimiento de la flota y administración del patio-taller.

El cronograma del proceso señala que en enero se presentarán los prepliegos de la licitación, y esta sería adjudicada antes del segundo semestre de 2018. La incorporación de los buses de la nueva flota se hará desde diciembre de 2018 y finalizará en diciembre de 2019. Con este nuevo modelo, se estima la llegada de entre 1.350 y 1.450 articulados y biarticulados con tecnologías ambientalmente amigables que, como mínimo, cumplan con la norma de estándar ambiental Euro V y la norma colombiana. También se estima que la inversión para la renovación será de entre 400 y 500 millones de dólares, sin incluir cobro de impuestos ni aranceles.

En la licitación podrán participar financiadores, inversionistas, fondos de capital privado u operadores, siempre y cuando cumplan los términos de la licitación. No obstante, desde ya se deja claro que los interesados deben acreditar el cierre financiero en firme al momento de licitar.

El tipo de contrato que se hará entre proveedor y operador será por concesión y a término fijo de 10 a 12 años. Así las cosas, otro de los cambios que trae el modelo es la relación entre el proveedor de los buses y el operador, que se revisará de acuerdo al seguimiento del mantenimiento de la flota. Este aspecto se medirá con base en indicadores de desempeño, y en caso de incumplimiento se prevé que la flota será retomada y reasignada a un operador con indicadores de desempeño superiores.

La gerente de Transmilenio, Alexandra Rojas, señaló que el nuevo modelo se estructura en cinco ejes. “Logra Flexibilidad al asegurar la disponibilidad de la flota en el sistema independiente de la continuidad de un operador especifico; bancabilidad, ya que responde al contexto financiero actual frente al sector de transporte público; mejor calidad de servicio, al establecer mejores prácticas operativas en los contratos para prestar un servicio de calidad a los usuarios; continuidad del servicio, al asegurar una transición adecuada entre operadores actuales y futuros al finalizar los contratos de concesión hoy vigentes; y eficiencias al permitir asegurar la prestación de un servicio público de transporte a un costo razonable”, sostuvo.

Por su parte, Clemente Del Valle, presidente de la FDN, aseguró que el nuevo modelo se pensó teniendo en cuenta al sistema como un todo, su situación actual y el desarrollo de Bogotá. “El modelo busca que los nuevos contratos para la renovación de las Fases I y II del sistema troncal tengan en cuenta las necesidades de la ciudad y sean atractivos tanto para los inversionistas como para Bogotá, logrando eficiencias y especialmente conseguir mejoras en el servicio para los usuarios”, manifestó.

Una de las premisas del nuevo modelo es que garantice que el servicio de TM no tendrá traumatismos. Para esto, se prevé una transición gradual entre los concesionarios que entregan y reciben la operación. Además, con la llegada de los nuevos bsues también se espera lograr eficiencias operativas y financieras, pero, sobre todo, mejorar el tan cuestionado servicio del sistema.

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