BUSCAN AVANCES SOBRE VÍCTIMAS, DESARME Y DESMOVILIZACIÓN. EN NOVIEMBRE GOBIERNO DEFINIRÁ EL RUMBO.

Los negociadores de paz del Gobierno colombiano viajan este miércoles a Cuba para una nueva etapa en el proceso con las Farc, que estará marcada por el cambio de algunos miembros de la delegación y las renovadas esperanzas que aporta el alto el fuego unilateral que la guerrilla inició el 20 de julio.

Encabezados por el jefe de la delegación, Humberto de la Calle, el grupo retomará unos diálogos que a partir de ahora carecerán de ciclos, según anunciaron las partes el pasado 12 de julio.

Para acelerar las negociaciones, los equipos trabajarán sin interrupciones en los dos puntos que faltan, referidos a víctimas y desarme y desmovilización de guerrilleros. El tiempo es clave porque el proceso cuenta con cuatro meses, hasta el próximo mes de noviembre, para producir avances concretos; llegado ese punto, el presidente, Juan Manuel Santos, evaluará los resultados obtenidos para decidir si continúa los diálogos o no.

Así las cosas, los negociadores parten sabiendo que comienza un “momento definitivo”, como lo definió el ministro de Interior colombiano, Juan Fernando Cristo, que no obstante está marcado por la esperanza del cese el fuego unilateral que las Farc iniciaron.

La medida busca reducir la intensidad del conflicto para facilitar más las negociaciones, enturbiadas en los últimos dos meses por la ofensiva militar y las 372 acciones armadas que, según analistas, cometió la guerrilla al concluir el 22 de mayo su anterior tregua unilateral, que duró cinco meses.

Queda la duda de cuánto durará este nuevo alto el fuego, ya que las Farc dijeron que se extenderá por un mes, mientras el presidente Santos aseguró que duraría hasta noviembre.

EFE