Día Mundial contra la Trata de Personas: Iglesia emplaza a las Farc a comprometerse a no reclutar más niños

Los niños reclutados para la guerra son víctimas de un crimen como la trata de personas, afirmó la Iglesia Católica colombiana, para emplazar a la guerrilla de las Farc a comprometerse públicamente a no incorporar más niños y niñas a sus filas.

Si bien los cabecillas de este grupo guerrillero son consientes del daño causado, tampoco ellos han tomado una decisión convincente de decir ni un niño más en las filas, advirtió en rueda de prensa el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Arzobispo de Tunja, Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, a propósito de la conmemoración éste jueves, del Día Mundial contra la Trata de Personas

“A eso tiene que llegar este grupo, sino el daño que están haciendo es muy grande”, puntualizó el jerarca católico, quien advirtió que en Colombia “hay una especie de protección camuflada en el delito de trata”.

Monseñor Castro Quiroga señaló que este delito hay que denunciarlo para contrarrestarlo.

“Todo esto hay que denunciarlo por que hace parte de la condena abierta que debemos hacer, la otra parte es la lucha para contrarrestar esta problemática, porque hay también una especie de protección camuflada de estos delitos, la gente misma que dirige los estados, los gobiernos de una u otra manera logran ponerlos del lado de ellos, esa protección camuflada del mercado ilegal de seres humanos es difícil de acabarla”, expresó el prelado.

Al referirse a este mismo tema el director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, afirmó que la sociedad tiene que abordar el tema de los niños soldados no como victimarios ni agresores, sino como personas que son víctimas de un crimen como es la trata de personas.

Al ampliar el tema de la trata de personas, monseñor Henao Gaviria enfatizó que la campaña que promueve la Iglesia, debe tener alianzas que lleve a todos los colombianos a ser sensibles frente al tema del tráfico y trata de personas .

“Hay que tener actitudes frente a la prevención, insistiendo en el trabajo, equidad social y superación de los niveles de pobreza extrema, porque estos son nichos donde se alimenta de una manera fuerte el engaño o fraude. El ofrecer oportunidades cuando la sociedad no da la adecuada educación, ni la calidad de oportunidades que la persona busca, eso ayuda a que se fomente este delito y que las personas sean vulnerables a este flagelo”, aseveró el directivo.

En su intervención el viceministro del Interior Carlos Ferro Solanilla, reiteró el compromiso y la responsabilidad que tiene el Estado en seguir buscando herramientas para que haya políticas públicas que permitan visibilizar esta problemática, no solo en el orden nacional sino territorial.

“El eje principal que se ha propuesto el Estado es el de visibilizar un problema que hoy en día tiene el país y hace parte de un tema de globalización, de un comercio mundial que lamentablemente está afectando al ser humano y que hay que condenarlo desde todo punto de vista”, señaló el funcionario.

Por su parte la Hermana Vicentina Genoveva Nieto, promotora en las iniciativas de prevención de trata, recordó que desde la vida religiosa el trabajo ha sido intenso para apoyar estas personas que han sido víctimas de explotación, e indicó que actualmente existen 22 redes nacionales y continentales en el mundo extendidas en 197 países “apostándole a todo este trabajo para que cada vez sea una víctima menos”.

La religiosa advirtió además que el silencio por parte de las víctimas de trata, no sólo se debe al temor a la denuncia, sino “porque existe un problema también de fondo y es la inoperancia al momento de atender a las víctimas (…) existen unos trámites interminables”. Por lo que invitó para que se creen unas políticas permanentes consensuadas y eficaces que lleven a enfrentar de raíz esta problemática.

En el marco del día internacional contra la Trata de Personas (30 de julio), las religiosas de las Hijas de la Caridad y la Red Defensores de Vidas promueven la campaña contra la Trata de Personas denominada “A la trata digo NO”. La misma cuenta con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la Pastoral Social, la Fundación Esperanza, el Ministerio del Interior, la Red Tamar de la Conferencia de Religiosos de Colombia, el Centro de Investigaciones y servicio educativos (Cinse) y la Universidad Central.

La campaña busca prevenir a la población sobre las estrategias, tácticas y escenarios comunes que utilizan los tratantes, y ayudar a contrarrestar el delito mediante una red de apoyo.

LA TRATA DE PERSONAS

La trata de personas es considerado el segundo negocio ilícito más rentable en el mundo con un valor estimado que asciende a los 32 mil millones de dólares estadounidenses (USD).

TRATA DE PERSONAS 2

La ONU estima que 21 millones de personas están atrapadas en las redes de la esclavitud moderna. Hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes tanto en su propio país como en el extranjero, señala el organismo internacional, que advierte, además, que todas las naciones están afectadas por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.

Según ACNUR- la Agencia de la ONU para los Refugiados, la trata y el tráfico de personas son delitos que se han incrementado en forma alarmante en los últimos años, debido a las difíciles condiciones de vida en los países menos desarrollados, al endurecimiento de las políticas migratorias en los países industrializados y al hecho de que por mucho tiempo estos fenómenos no fueron considerados como un problema estructural sino como una serie de episodios aislados.

La respuesta mundial frente al crecimiento de esta forma de criminalidad fue la Convención contra la delincuencia organizada transnacional firmada en Palermo en el 2000 y los dos protocolos del mismo año: Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire y Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños.

Los términos “trata de seres humanos” y “tráfico de migrantes” han sido usados como sinónimos pero se refieren a conceptos diferentes. El objetivo de la trata es la explotación de la persona, en cambio el fin del tráfico es la entrada ilegal de migrantes. En el caso de la trata no es indispensable que las víctimas crucen las fronteras para que se configure el hecho delictivo, mientras que éste es un elemento necesario para la comisión del tráfico.

¿Qué es la trata de personas?

La trata consiste en utilizar, en provecho propio y de un modo abusivo, las cualidades de una persona.

Para que la explotación se haga efectiva los tratantes deben recurrir a la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas.

Los medios para llevar a cabo estas acciones son la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad.

Además se considera trata de personas la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.

La explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas, la servidumbre o la extracción de órganos.

¿Qué es el tráfico de migrantes?

El tráfico ha sido definido como la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material.

Las víctimas de trata y las personas objeto de tráfico, sean o no solicitantes de asilo, que se ven obligadas a ponerse a merced de las redes criminales internacionales, se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad y expuestas a todo tipo de vejámenes y maltratos.

¿Por qué al ACNUR le preocupa la trata y el tráfico de personas?

Para el ACNUR es muy importante que se tenga en cuenta que entre las víctimas de trata y las personas objeto de tráfico, hay personas que pueden ser solicitantes de asilo, a quienes se les debe brindar la debida protección internacional y respetar el principio de no-devolución.

El ACNUR, en su Agenda para la Protección, un programa destinado a mejorar el marco de protección de los refugiados y solicitantes de asilo en todo el mundo, recomienda a los Estados que consideren la posibilidad de adherirse a la Convención de Palermo y a sus Protocolos, asi como asegurarse que sus propios procedimientos para conceder el asilo permitan recibir denuncias de personas objeto de trata, especialmente mujeres y niños, cuya solicitud de asilo se base en razones fundadas. Igualmente, los Estados deben implementar sanciones para aquellos que intervienen en el tráfico y la trata de personas.

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