Los cambios que tendrán las Pruebas Saber
Aunque al interior del sector hay preocupación porque se podrían reducir los recursos asignados a esos exámenes, el Ministerio afirma eso no sucederá. Asegura que sí habrán cambios, pero obedecen a recomendaciones técnicas y no presupuestales.
Una de las herramientas más efectivas que tiene el sector educativo de Colombia para saber qué tanto está avanzando en materia de calidad y cuáles áreas deben ser reforzadas, son las Pruebas Saber. Los resultados que arrojan esos exámenes, hechos a estudiantes de tercero, quinto, noveno y onceavo grado, permiten conocer en qué están fallando los colegios y los estudiantes y permite establecer metas más claras a la hora de trazar el camino que debe seguir la educación básica y media.
Por eso, el posible recorte de presupuesto que planea hacer el Ministerio de Educación en esas pruebas ha tomado por sorpresa a más de uno. Según supo El Espectador, el asunto se ha tratado en algunas reuniones en las que se ha hablado, específicamente, de la probabilidad de eliminar las áreas de Ciencias Naturales y de Competencias Ciudadanas en los exámenes de tercero, quinto y noveno.
¿La razón? La cartera encabezada por Gina Parody debe seguir la política de “austeridad inteligente” que a principios de este año ordenó el presidente Juan Manuel Santos y que en el 2016 le ahorrarían al país $6 billones. Al sector educativo, como se supo en su momento, le había tocado un recorte de alrededor de $140 mil millones. Y aunque aún no se sabe cómo será la distribución de recursos para 2017, lo cierto es que el Icfes, entidad encargada de planear las Pruebas Saber, será uno de los damnificados. Al parecer, para el Mineducación, una buena opción de reducir gastos es amputando esas pruebas. Sin embargo, el Ministerio desmintió esa versión y dijo que el prespuesto será incluso mayor que el de este año (ver parte final del artículo).
Desde 1991, cuando fueron creados estos exámenes (se pusieron en marcha entre 2002 y 2003), el país ha invertido recursos en su planeación y su perfeccionamiento para cada vez tener mejor información. Con esos datos valiosos es como se ha podido conocer las fortalezas y deficienciasde las instituciones o de las ciudades y como se ha logrado establecer comparativos que permiten saber qué se está haciendo bien, qué se está haciendo mal y qué debe ser reforzado.
Otros exámenes, como las Pruebas Pisa, por ejemplo, le han permitido conocer a Colombia su nivel escolar en áreas específicas (lectura, matemáticas y ciencias) frente los países que hacen parte del grupo de la Ocde, organización a la que Santos quiere entrar desde que arrancó su primer gobierno.
Y pese a que es cierto que al evaluar a todos con el mismo rasero no se tiene en cuenta factores como la realidad de los salones de clase o los salarios de los profesores, hasta ahora esa es la mejor herramienta para medir la calidad de la educación. Incluso, puede ser tan valiosa que, como lo demostró 2012 un estudio del Programa de Política en Educación de la U. de Harvard en el que examinaba la participación de 49 países en las mismas pruebas, las evaluaciones demuestran la relación directa que existe entre los buenos resultados y el crecimiento del PIB de una nación .
Para conocer los motivos que llevaron al Ministerio a plantear ese ajuste, este diario consultó al viceministerio de Educación Preescolar, Básica y Media, liderado por Víctor Saavedra Mercado pero, a través de su oficina de comunicaciones, respondieron que como no se ha definido el presupuesto para el próximo año es imposible tener certeza de si se harán o no recortes. Por ahora, dicen, las Pruebas Saber de 2016 están garantizadas.
*** Sin embargo, después de publicada esta nota, Saavedra aclaró que sí habrá un cambio pero, explica, obedece a unas recomendaciones técnicas hechas por organismos internacionales como la Ocde, con el propósito de tener información más precisa sobre el progreso de cada estudiante.
“Hasta ahora lo que tenemos es información de cada colegio pero es imposible decirle a cada alumno cuál fue su avance. De manera que el cambio consiste en hacer un seguimiento individual al aprendizaje de los estudiantes y en tener mejor información. Eso implica un costo mayor al que tenemos ahora y puede estar alrededor de los $10.000 millones. Por eso, para el 2017 se incrementará el presupuesto para las pruebas a $45 mil millones. Hoy es de $35.800 millones”, asegura.
Los cambios, de acuerdo al Viceministro, nada tienen que ver con temas presupuestales. “Eso es absolutamente falso y quien está filtrando esa información es malintencionado. Los recursos para las Pruebas Saber de este año están garantizados y los del próximo año se van a garantizar por medio de vigencias futuras. Jamás dejaría a las Pruebas Saber desfinanciadas”.
Según Saavedra, estos exámenes se seguirán haciendo de manera anual. “La obligación por ley es hacerla cada tres años, pero desde 2012 se hace de manera anual. Así va a seguir”.
ElEspectador.com