La bandera de EE. UU. vuelve a Cuba en histórica visita de Kerry
La bandera de Estados Unidos ondeará nuevamente en La Habana este viernes en una ceremonia que completará el acercamiento diplomático entre los dos antiguos enemigos, y en el centro estará John Kerry, el primer secretario de Estado que viaja a la isla en 70 años.
La visita, por el día, tan histórica como simbólica, servirá también para una discusión de los temas espinosos de la relación bilateral -protección de los derechos humanos y los disidentes cubanos, pero también el embargo estadounidense- de dos países que oficialmente no se hablaron por más de medio siglo.
El izado de la bandera estadounidense -las bandas rojas y blancas y las cincuenta estrellas- será “otro paso” en el “proceso de normalización” entre Cuba y Estados Unidos, dijo el lunes Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.
Kerry estará todo el viernes en La Habana, donde presidirá el izado de la bandera estadounidense. Al pequeño acto en la embajada asistirán funcionarios gubernamentales y congresistas estadounidenses. Así, el macizo edificio de hormigón frente al conocido Malecón de la capital cubana volverá a ser de lleno la embajada estadounidense, 54 años después de que los dos países rompieran relaciones.
De hecho, Washington y La Habana restauraron lazos diplomáticos plenos el 20 de julio, siguiendo a meses de negociaciones tras el acuerdo alcanzado en diciembre entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro de dejar atrás las hostilidades.
Los dos Gobiernos, enemigos durante la Guerra Fría, habían roto relaciones en 1961 tras la revolución castrista, pero desde 1977 mantenían Secciones de Intereses como embajadas de oficio. Tras el deshielo, Obama y Castro se reunieron en abril durante la Cumbre de las Américas en Panamá, y el canciller cubano Bruno Rodríguez se dio cita en Washington el 20 de julio para reabrir la embajada del país latinoamericano.
Cuba también fue retirada de la lista del Departamento de Estado sobre países que apoyan el terrorismo.
Kerry se reunirá con disidentes
Luego, en una recepción más grande en la residencia del embajador estadounidense -cerrada a la prensa, según una fuente del Departamento de Estado-, Kerry se reunirá con distintos representantes de la sociedad civil cubana, incluyendo algunos disidentes políticos.
“Me reuniré con disidentes (…) Tendré la oportunidad de sentarme con ellos”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense al canal latino ‘Telemundo’ el jueves. Kerry admitió que los opositores políticos al gobierno de
Castro “no fueron invitados” al izado de la bandera porque sera un “momento Gobierno a Gobierno y de hecho con un espacio muy limitado”.
En la antesala a la reapertura de la embajada, las fachadas de viejos edificios de La Habana fueron pintadas y las calles aledañas pavimentadas en tiempo récord. Mientras, medios de prensa se apresuraban en montar carpas frente a la misión para cubrir el suceso, convertido en la comidilla de los cubanos.
El escritor estadounidense de origen cubano Richard Blanco, conocido por haber recitado una obra durante la toma de posesión del segundo mandato de Obama, leerá un poema en la ceremonia. Preparado especialmente para la ocasión, el texto evoca las historias de individuos a ambos lados del Estrecho de la Florida “separados por 90 millas (150 km) de mar, pero conectados por nexos emocionales complejos”, según indicaron los representantes del poeta en Miami.
Kerry se reunirá luego con Bruno Rodríguez para avanzar en la agenda bilateral sobre lucha antinarcóticos, seguridad y ambiente, entre otros temas.
No obstante, las autoridades estadounidenses descartaron un encuentro con el presidente Raúl Castro o su hermano Fidel, cuyo cumpleaños 89 este jueves ha sido opacado en las calles de La Habana por la reapertura de la embajada de Estados Unidos y la histórica visita del canciller Kerry.
Y a pesar de la muy ajustada agenda, el alto diplomático estadounidense espera no partir sin antes tomar una “caminata libre” por La Habana Vieja.
La culpa es de Obama
El acercamiento diplomático tiene opositores de ambos lados del Estrecho de la Florida. “Lo que están haciendo es alzando la bandera blanca de la rendición de todos los principios de Estados Unidos”, dijo el congresista Mario Díaz-Balart, junto a otros legisladores que garantizaron que el Congreso no levantará el embargo contra Cuba.
Obama “tiene la culpa de lo que está pasando (en Cuba), el Gobierno cubano se ha envalentonado con las negociaciones” con Washington, declaró el expreso político cubano Ángel Moya, durante una protesta el fin de semana. Pero el acercamiento diplomático y el fin del embargo son cada vez más populares. Un 72 por ciento de los estadounidenses apoyaba el fin de las sanciones en julio, por encima de un 66 % en enero, según un estudio del Pew Research Institute.
AFP – eltiempo.com