Jugos que no son jugos
Si usted es de los que decidió cambiar la Coca-cola de la mañana por un jugo de caja o botella pensando que ese era un paso seguro hacia una vida más saludable, es hora de repensar lo que está haciendo. Ante toda la publicidad engañosa que hay en el país en torno a estas bebidas, el Ministerio de Salud decidió obligar a las empresas a aclarar en las etiquetas qué es exactamente lo que venden a sus clientes.
“Jugo”, aclara la subdirectora de Salud Nutricional, Alimentos y Bebidas, Ana Patricia Heredia Vargas, “es una extracción mecánica de la fruta pero no el resultado de procesamiento de agua y azúcares”. En otras palabras, como jugo sólo cuenta el que vende la señora en una esquina camino al trabajo y que resulta de exprimir ahí, frente a las narices de los clientes, unas cuantas naranjas. O los de supermercados que tienen máquinas exprimidoras. O los de restaurantes donde antes de servirlos simplemente han licuado la fruta que usted pidió.
Lo demás merece otro nombre. Y de acuerdo a las categorías del Ministerio de Salud pueden ser néctares, refrescos de fruta o bebidas con jugo de fruta. La diferencia principal entre unos y otros es el contenido de fruta. En el caso de los néctares el contenido es del 10% al 14%. En los refrescos de fruta del 8 al 10%. Y bebidas con jugo de fruta se consideran aquellas con menos del 8% de contenido de fruta.
De acuerdo con la Resolución 3929 de 2013, vigente desde el pasado 4 de agosto, todas las bebidas de cualquiera de estos tipos que se vendan en el país deberán aclarar en la cara principal de la etiqueta la cantidad exacta de fruta con la que fueron elaboradas. La medida también aplica para frutas en conserva y frutas encurtidas.
“Estamos trabajando con diferentes estrategias para hacer frente al problema de sobrepeso y obesidad en el país”, explica Heredia, “desde la parte nutricional si hablas de jugos los aportes nutritivos son muy diferentes a los de estas otras bebidas. Estamos fomentando alimentos con bajo consumo de azúcar”.
En la lista de productos que tarde o temprano deberán ser sometidos a controles más estrictos están los elaborados con grasas trans y también todos los alimentos infantiles.
elespectador.com