Golpe de Estado a Salvador Allende Michelle Bachelet homenajea a comunidad internacional por prestar asilo en dictadura

La presidenta chilena Michelle Bachelet homenajeó a los representantes de la comunidad internacional que durante la dictadura de Augusto Pinochet coordinaron el exilio de más de 35.000 perseguidos políticos a 50 países, en el marco de la conmemoración del Golpe de Estado.

“Hoy pagamos una deuda en nombre del pueblo de Chile a quienes tuvieron el coraje de proteger al perseguido y lo hacemos en vísperas de una fecha que partió la historia de Chile en dos y dejó una larga secuela de dolor y desencuentro”, dijo Bachelet en su discurso durante el evento en la Cancillería.

Entre el 11 de septiembre de 1973, fecha del golpe militar, y el año 1975, las embajadas de países de todo el mundo en Chile recibieron a 4.608 personas, y se estima que durante la dictadura (1973-1990) más de 200.000 personas debieron salir del país por motivos políticos.

“Esto no me es ajeno, porque soy parte de quienes recibimos la manos tendida por ustedes y de quienes pudimos reiniciar nuestra vida a pesar de dejar un país y a los nuestros atrás”, señaló la presidenta chilena refiriéndose al exilio al que se vio obligada en 1975, tras haber sido detenida, torturada e interrogada junto a su madre, Ángela Jeria, por la policía secreta de Pinochet.

Además de representantes diplomáticos, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad, entre otros, colaboraron intensamente para facilitar la salida de los asilados hacia otros países.

En la ceremonia, cerca de 300 extranjeros fueron reconocidos por el Estado chileno por su trabajo humanitario en la dictadura y algunos recibieron, simbólicamente, un homenaje de manos de Bachelet, entre ellos, el hijo de Roberto Kozak, Nikolai.

Roberto Kozak, en su condición de director del Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas (CIME) durante la dictadura de Pinochet, salvó de la prisión o posibilitó la salida del país de unos 30.000 perseguidos políticos.

“Infinita gratitud por tantos y tantas que se la jugaron, ya sea directamente como lo hacía Kosak o indirectamente. Roberto, que después de sacar a miles de personas, continuó su labor haciéndose cargo del retorno de muchos de nosotros al país”, expresó la presidenta del Partido Socialista de Chile, Isabel Allende Bussi, hija del derrocado presidente chileno Salvador Allende.

Y añadió que “estos son los mejores valores que pueden demostrar los seres humanos y lamentablemente surgieron los peores con la dictadura”.

Durante su discurso, Bachelet también se refirió a la decisión de que Chile reciba a refugiados sirios que huyen de la guerra en su país y que han causado en Europa una grave crisis migratoria por las miles de familias que a diario cruzan el Mediterráneo.

“Lo que vemos nos interpela en lo más hondo de nuestras conciencias y, por lo mismo, como Gobierno seremos de aquellos que actúan. Así, Chile da hoy una mano al mundo, así como muchos otros países antes lo hicieran por nosotros”, puntualizó Bachelet.

EFE