El Museo de Bogotá pule su nueva sede
La Casa de las Urnas (La Candelaria) fue restaurada con inversión de 1.927 millones de pesos.
En la calle 10ª, entre carreras 3ª y 4ª, se yergue la imponente Casa de las Urnas, que hace alarde de seis balcones exteriores. Sus colores blanco y ocre, recién pintados, así como casi dos decenas de habitaciones, ya acogen parte del Museo de Bogotá y algunas oficinas del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
En la edificación, que data del siglo XVII (1637) se invirtieron 1.927 millones de pesos, incluidos los contratos de obra e interventoría. Se trabajó sobre un área de 1.366 metros cuadrados, con reforzamiento estructural y restauración. Esta labor es parte del Plan de Recuperación del Centro Histórico que adelanta el IDPC desde 2012.
“Es significativo lo que se hizo en la edificación. Entregamos la casa y además arribamos a 1.000 fachadas deslucidas en las carreras 2ª y 3ª. Las pintamos, pero las han vuelto a dañar con marcas de estudiantes y barras bravas. Usan tintas que penetran y esto lo hace complejo”, indicó María Eugenia Martínez, directora del instituto.
La recuperación de la edificación ha sido un trabajo de múltiples oficios. No solo trabajaron arquitectos e ingenieros, sino también restauradores que volvieron a dar lustre a la pintura mural de la capilla interior y el papel de colgadura, así como la carpintería en madera y la policromía más antiguas.
Como dato curioso, en el primer nivel se aprecia una entrada o caja de agua que servía como receptor del líquido. Esta se desprendía del acueducto central que solo lo llevaba hasta la hoy llamada Plaza de Bolívar, donde aguateros lo recogían para distribuirlo por la aldea.
Martínez enfatizó en la necesidad de continuar con el Plan de Recuperación, e indica que este “debe convertirse en política de Estado, por encima de partidos y gobiernos, para que no se queden las cosas a mitad de camino”.
Muestras y exposiciones
Cabe recordar que la Casa de las Urnas no será el único espacio para las muestras y quehaceres del museo, entre las que guarda colecciones de 25 mil fotografías de la ciudad, planos y mapas del siglo XVII, entre otros. La Casa Sámano, en la carrera 4ª con calle 10, continuará con sus exposiciones y como sede de oficinas.
Lo que sí se habilitará como innovación serán nueve salas en las Urnas. Estas serán destinadas a varias actividades, como laboratorios de creación donde los artistas que ganen convocatorias adelantarán sus obras mientras el público los observa; observatorio de saberes urbanos para recolectar y preservar referentes citadinos, por ejemplo, los sonidos que emiten los voceadores o el registro fotográfico de sectores puntuales.
También habrá espacios de formación para que los ciudadanos aprendan o al menos conozcan saberes tradicionales, como la carpintería del barrio Belén, que se convierten en patrimonio inmaterial. De hecho, jóvenes aprendices y maestros harán elementos del mobiliario que aún falta por instalarse.
“Queremos que lo público no solo se entienda como un deme y deme, sino que también la gente aporte lo que sabe o lo que puede aumentar el espacio del museo. Que nos traigan esos referentes”, comentó Sammy Delgado, museógrafo.
Comparando ambas casas, y las 40 mil visitas que recibe la Sámano cada año, el IDPC estima que a las Urnas llegarán entre 80 y 90 mil visitas en ese mismo lapso de tiempo. Se harán 8 exposiciones anuales en relación a los cuatro ejes temáticos sobre los cuales se mueve la organización: Bordes, Urbes, Ciudadanías y Centralidades.
“La colección será concebida como un todo. Es clave que la gente va a poder interactuar. La memoria no se va a construir desde el museo sino con el museo y la gente, porque la idea es contar la historia desde muchos lugares, no solo desde el centro”, explicó María Toro, encargada de la gestión de colecciones.
Dentro de la gestión educativa del museo también se ofertarán 8 talleres permanentes, como se hace de tiempo atrás, dirigidos a todos los públicos. Estos se enfocan en plastilina,
documental, cerámica, textil y botánica, por citar algunos.
El pasado agosto se adelantó un recorrido guiado por el sendero de Monserrate, sobre el cual se dispusieron fotografías de Saul Orduz, fotógrafo que captó el movimiento modernista de Colombia en Bogotá. La inauguración oficial de la Casa de las Urnas será el este mes. Aunque allí el movimiento, ya comenzó.
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