Ejército y Farc retoman este miércoles labores de desminado humanitario
Desde el sábado se había decidido, las labores de desminado debían continuar y es este miércoles cuando se reiniciarán las acciones para proseguir con del plan piloto anunciado por el Gobierno y las Farc en la vereda El Orejón, en el municipio de Briceño, Antioquia; luego de que fuera pausado tras la muerte del soldado Wilson de Jesús Martínez.
Dos robots harán parte del plan de desminado humanitario con el fin de evitar incidentes como el ocurrido con el uniformado. Así esta tecnología, en la cual se requirió una inversión de cerca de 800 millones de pesos, detectará y ayudará a extraer las minas artesanales que pasan desapercibidas tanto por detectores de minas como por los caninos.
“Estamos invirtiendo cerca de 800 millones de pesos en apoyo a los batallones de desminado. No todo va para la zona de El Orejón porque son para 12 municipios pero se va a hacer un esfuerzo puntual en El Orejón con tecnología que permita bajar el nivel de riesgo de los soldados que están en proceso de desminado”, afirmó el secretario de gobierno de Antioquia, Santiago Londoño.
El coordinador residente y humanitario de la ONU, Fabrizio Hochschild,hizo un llamado el sábado para que se evite accidentes que afecten a quienes lleven a cabo esta tarea. Así mismo calificó los hechos ocurridos con Martínez como “tremendamente trágicos” y manifestó “el pesar de Naciones Unidas”. “Fue un sacrificio en la causa de la paz y ojalá se tomen las medidas para evitar ese tipo de accidentes en el futuro”, agregó.
“La suspensión que se hizo a raíz de este accidente se hizo para cubrir este tipo de eventualidades pero la operación del desminado debe continuar porque fue precisamente lo que se acordó en La Habana”, indicó por su parte el alto consejero presidencial para los derechos humanos, Guillermo Rivera; quien agregó que “este tipo de accidentes lamentables lo que pone en evidencia es que la situación de las minas antipersonas es gravísima, es una de las situaciones más graves del conflicto”.
Se estima que más de la mitad de los municipios de Colombia tiene campos con minas, artefactos que han causado más de 11.000 víctimas entre muertos y heridos en el país desde 1990, el segundo del mundo más afectado por este problema, sólo después de Afganistán.
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