Banderas a media asta en Taiwán mientras sigue el rescate tras el terremoto

Ondean a media asta las banderas en Taiwán en señal de duelo por los 46 fallecidos en el terremoto de 6,4 grados que sacudió la isla el sábado, mientras continúa el rescate y se interroga al constructor del edificio derrumbado.

A pesar de las grandes expectativas de rescate de supervivientes, despertadas por sonidos y detección de vida en varios bloques del edificio Weiguan Jinlong, donde se ha concentrado la devastación causada por el seísmo, hoy sólo se han recuperado cadáveres.

“Se oyeron sonidos tras una pared cerca de los equipos de rescate, pero tras derribar el muro, no hemos encontrado a nadie”, dijo hoy el alcalde de Tainan, William Lai.

El equipo de rescate se sorprendió cuando, entre los escombros, surgió un caniche blanco, que salió por sus propios medios del edificio derrumbado, despertando esperanzas entre los familiares de los damnificados.

La operación de salvamento continúa su quinto día a todo ritmo en varios de los 8 bloques del derrumbado edificio Weiguan, mientras que se han confirmado 46 muertos, 548 heridos (21 muy graves) y 94 atrapados, según datos del Servicio Nacional de Emergencias.

Desde que se intensificó el trabajo de las grúas, el martes, las operaciones de rescate habían tenido poco éxito, debido a las dificultades de acceso a los lugares donde se sabe que hay posibles supervivientes.

Los familiares de los atrapados siguen frente al edificio las labores de salvamento, arrodillándose y pidiendo a gritos que den prioridad al rescate de sus seres queridos.

“Adelante, no se puede desperdiciar ninguna oportunidad”, gritó una madre con su hijo en brazos, que espera se rescaten con vida a varios a familiares en el edificio Dragón Dorado, ante las cámaras de la televisión local CTI.

Los supervivientes cuentan sus historias tales como la de Ko Ching-chung, que trató de evitar la asfixia de su novia manteniéndose de pie apoyado contra una pared durante más de 20 horas, hasta que no pudo más y cayó sobre el cuerpo de su pareja.

“Hacia el final, ya había renunciado, no tenía fuerzas para sostenerme más, caí sobre mi novia y ella me dijo que no me preocupara y al poco tiempo nos rescataron”, dijo Ko a la cadena de televisión local FTV.

Ko se cuenta entre los más de 300 supervivientes de este fatal terremoto, tal como la niña de ocho años, Lin Su-chin, rescatada el lunes junto con su tía, y que lo primero que dijo fue: “quiero comer gelatina, helados, cosas dulces”.

Mientras continuaba el rescate, la Fiscalía de Tainan acusó de homicidio por negligencia profesional a Lin Ming-hui, presidente de la constructora que levantó el edificio Weiguan Jianlong ahora caído, y a sus socios Chang Kui-an, arquitecto, y Cheng Chin-kui, ejecutivo de la empresa.

En concreto, se le acusa de usar una licencia de construcción ajena y de disparidad entre los planes de construcción y la construcción real, en la que, según la fiscalía, se ha utilizado la mitad de los estribos debidos en vigas y pilares, explicó hoy en rueda de prensa el portavoz de la Fiscalía, Chen Chien-hung.

“A juzgar por los planos y los restos del edificio, creemos que existen discrepancias en las cantidades de estribos de acero utilizados en el diseño de hormigón armado”, señaló Chen.

Lin, tras ser detenido, insistió en su inocencia y dijo que el que el edificio resistiese el terremoto de 1999, que causó 2.400 muertos en Taiwán, es prueba de que se habían utilizado los materiales debidos, según la edición digital del diario local Lienhe.

Los investigadores revisaron las conversaciones en el servicio de mensajería instantánea “Line”, entre Lin sus socios, y comprobó que había disparidades entre lo sus comunicaciones y sus declaraciones en los interrogatorios.

Los fiscales se mostraron extrañados por que Lin haya cambiado dos veces de nombre coincidiendo con las quiebras de dos constructoras suyas y por que ahora se haga llamar con un tercer nombre distinto del oficial, lo que les hace sospechar que intenta eludir su responsabilidad en las obras de sus empresas.

En los pilares de ese edificio, se encontraron latas vacías y espuma de poliestireno, lo que desencadenó el inicio de una investigación ante las sospechas de que pudieron haber deficiencias en su construcción que llevó a la detención de Lin y sus dos socios.

El seísmo de 6,4 grados de magnitud tuvo su epicentro en la aldea de Meinung, al sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 hora local (19.37 GMT del viernes), según el Servicio Meteorológico Central.

EFE