Advierten que se busca duplicar habitantes de Sabana de Bogotá sin importar los riesgos

El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, reiteró que el ordenamiento territorial tiene que estructurase alrededor del agua y del cuidado de la vida como una medida para combatir los efectos del cambio climático.

Aseguró que el plan del mercado especulativo es convertir la Sabana de Bogotá en el hogar de más de 18 millones de habitantes, el doble que alberga hoy en día, sin pensar en los recursos naturales que se ponen en riesgo con esta medida.

“¿Eso es lo que vamos a hacer de nuestro territorio? ¿La megapolis de 18 millones de habitantes trasvasando el agua de la Orinoquía para poder sostenerla artificialmente en este territorio y de paso ensuciar y aumentar el caudal contaminado del río Bogotá hacia abajo? La decisión de Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá y de cada municipio tendrá que ver con esto”, explicó el mandatario.

Petro afirmó que el reto para los nuevos alcaldes y gobernadores de la región es definir el ordenamiento del territorio más allá de una actividad mercantil o especulativa con el uso del suelo, y realizar una organización estructurada para proteger la vida.

“Pensamos este territorio en una nueva perspectiva, y es que si hay un riesgo para la vida que deriva del cambio climático que es producido por el mercado, entonces el ordenamiento territorial no se puede dar de cara a un espacio de negocios mercantiles que se posibilitan o se auspician, sino de cara a salvar la vida, a disminuir el riesgo, y si se hace así, es bajo el eje estructural del agua, no del mercado”, afirmó el mandatario.

También explicó que la modificación al Plan de Ordenamiento Territorial fue concertado con la CAR con el fin de lograr una protección del ambiente, “tal como lo ordena la ley, pero fue obstruida de forma irregular por el Ministerio de Vivienda, que no tiene la potestad de intervenir en los Planes de Ordenamiento Territoriales, que son autónomos de las alcaldías y las gobernaciones. Según la Constitución, la única posibilidad de intervención del Gobierno Nacional en la formulación de los POT es a través del Ministerio de Ambiente como una forma de protección de la vida”.

“Sin embargo lo que le sucedió a Bogotá es que la intervención que tuvimos fue al revés, nosotros concertamos con la CAR, es decir, no debería haber ninguna intervención del Gobierno Nacional y sin embargo hasta el ministro de Vivienda fue a pedir al Concejo que no votaran por el proyecto del Alcalde y finalmente ganó jurídicamente suspendiéndolo a través de una medida cautelar bastante cuestionable. Es decir, en mi opinión la autonomía territorial se esfumó, y dado que fue sobre Bogotá, ¿qué puede pasarle a cualquier municipio del país? Pues lo que apareció, en vez de la tesis de la autonomía en el ordenamiento territorial del ente territorial es una espada de Damocles con Procurador a bordo que dice: destituido”, dijo Petro.

elespectador.com