Consejos para los que estudian y trabajar a la vez, y no quieren fracasar en el intento

Aprende a mantener un equilibrio saludable para poder obtener experiencia e ingresos económicos sin descuidar tus estudios

Ser universitario podría considerarse de por sí un trabajo, ya que demanda una importante dedicación de tiempo y esfuerzo por parte del estudiante. Asistir a clases, estudiar, repasar, volver a repasar y hacer trabajos en equipo son solo algunas de las exigencias que debe enfrentar el alumno. No obstante, ya sea por necesidad económica o por la búsqueda de ganar experiencia laboral, muchos estudiantes comienzan a trabajar antes de graduarse, lo que puede llegar a dificultar el encontrar tiempo para dedicarse a los estudios y conservar la vida social.

¿Cómo mantener el equilibrio? En esta nota te lo respondemos:

Busca un trabajo flexible

Antes de tomar cualquier empleo, asegúrate de plantear con claridad que eres estudiante universitario y averiguar cómo pueden contemplar eso tus empleadores. Pregúntale al encargado de recursos humanos cuantos días libres por estudio te pueden brindar al año y qué posibilidades existen de negociar horarios cuando debas realizar trabajos de campo o tengas que rendir un examen. Procura que el trabajo que elijas permita que tus exigencias académicas sigan siendo una prioridad. 

Organiza tus horarios de forma estratégica

Si administrar el tiempo es un desafío para todo universitario, lo es aún más para los que estudian y trabajan. Si eres uno de ellos, no te quedará más remedio que planear tus horarios de estudio con detenimiento y, si es posible, tus horas de trabajo.

¿Eres una persona que se caracteriza por funcionar mejor por las mañanas? Entonces libera las mañanas para estudiar y procura conseguir un trabajo que te permita trabajar en la tarde-noche, o viceversa.

Sé creativo

Aparte de estar en una biblioteca o sentado frente a tu computador, existen otras maneras de ser productivo y adelantar trabajo para la universidad. Si tu trabajo requiere tareas más bien automáticas y que no requieren mucho esfuerzo mental, puedes aprovechar esos momentos para pensar en temas interesantes para un ensayo, o para escuchar conferencias o audiolibros en temas relevantes a tu carrera.

No obstante, esto no quiere decir que debas pasar todas tus horas de trabajo pensando en tus obligaciones académicas, ni mucho menos. Por más que estas deben ser tu prioridad, también puedes permitirte tomar un descanso mental para luego volver al estudio con una perspectiva más fresca.

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