Recomendaciones saludables para prevenir el cáncer
Cáncer es el término utilizado para las enfermedades en que las células anormales se dividen sin control y son capaces de invadir otros tejidos. Las células cancerosas se pueden diseminar a otras partes del cuerpo a través de la sangre y el sistema linfático. ¿Te preocupa la prevención del cáncer? Toma las riendas haciendo cambios, aquí te contamos todo.
Pruebas de detección
Al hacerse las pruebas de detección con regularidad se puede detectar de manera temprana el cáncer de mama, de cuello uterino y colorrectal (colon), cuando el tratamiento suele ser más eficaz. Se recomienda que algunas personas con un riesgo alto de cáncer de pulmón se hagan pruebas de detección.
No consumas tabaco
El uso de cualquier tipo de tabaco lleva casi irremediablemente al cáncer. Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello uterino y riñón. El tabaco de mascar se ha relacionado con esta enfermedad de la cavidad oral y del páncreas. Incluso si usted no usa tabaco, ser fumador pasivo podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Evitar el tabaco, o decidir dejar de usarlo, es una parte importante de la prevención del cáncer.
Vacunas (inyecciones)
Las vacunas también ayudan a reducir el riesgo de esta enfermedad. La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ayuda a prevenir la mayoría de los cánceres de cuello uterino y algunos cánceres de vagina y de vulva. La vacuna contra la hepatitis B puede reducir el riesgo de contraer cáncer de hígado.
La vacuna contra la hepatitis B se recomienda para ciertos adultos de alto riesgo, como los adultos que son sexualmente activos pero que no tienen una relación mutuamente monógama, las personas con infecciones de transmisión sexual, las personas que usan drogas intravenosas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los trabajadores de la salud.
Lleva una dieta saludable
Aunque hacer selecciones saludables en el supermercado y a la hora de comer no garantiza la prevención del cáncer, podría reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Considera las siguientes pautas:
- Consume muchas frutas y verduras. Basa tu dieta en frutas, verduras y otros alimentos de origen vegetal, como granos integrales y frijoles.
- Mantén un peso saludable. Come más ligero y magro eligiendo menos alimentos ricos en calorías, como los azúcares refinados y las grasas de origen animal.
- Si eliges beber alcohol, hazlo solo con moderación. El riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, colon, pulmón, riñón e hígado, aumenta con la cantidad de alcohol que bebes y la cantidad de tiempo que has estado bebiendo habitualmente.
- Limita las carnes procesadas. Un informe de la International Agency for Research on Cancer (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer), la agencia contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud, concluyó que comer grandes cantidades de carne procesada puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Además, las mujeres que consumen una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva extra virgen y nueces mixtas podrían presentar un riesgo reducido de desarrollar cáncer de mama.
Mantén un peso saludable y haz actividad física
Mantener un peso saludable podría reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluido el de mama, próstata, pulmón, colon y riñón.
La actividad física también cuenta. Además de ayudarte a controlar tu peso, la actividad física por sí sola podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de colon.
Los adultos que participan en cualquier cantidad de ejercicio físico obtienen algunos beneficios de salud. Pero para obtener beneficios sustanciales para la salud, esfuércese por conseguir al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa.
Protégete del sol
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los más prevenibles. Puedes intentar lo siguiente:
- Evita el sol del mediodía. Mantente alejado del sol entre las 10 a. m. y las 4 p. m., cuando los rayos del sol son más fuertes.
- Quédate en la sombra. Cuando estés al aire libre, permanece en la sombra tanto como sea posible. Las gafas de sol y un sombrero de ala ancha también ayudan.
- Cúbrete las áreas expuestas. Usa ropa holgada y de tejidos cerrados que cubra la mayor parte posible de tu piel. Opta por colores brillantes u oscuros, que reflejan más la radiación ultravioleta que los colores pasteles o el algodón blanqueado.
- No escatimes en protector solar. Usa un protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 30, incluso en días nublados. Colócate abundante cantidad de protector solar, y vuelve a aplicarlo cada dos horas —o con más frecuencia si estás nadando o transpirando.
Consigue atención médica regular
Los autoexámenes y exámenes regulares para varios tipos de cáncer, como el de piel, de colon, de cuello uterino y de mama, pueden aumentar tus probabilidades de descubrir el cáncer a tiempo, cuando el tratamiento tiene más probabilidades de ser exitoso.
Cifras importantes a tener en cuenta:
- El 30% de las muertes por cáncer se producen a causa del tabaco.
- El 90% de las personas con cáncer de pulmón son fumadoras.
- El 40% de los fallecimientos por dolencias oncológicas están relacionados con el sobrepeso y la alimentación.
- Entre el 50% y el 70% de los tumores en la piel están asociados al sol.
El 3,5% de las muertes por cáncer son atribuibles al alcohol.
Estos son algunos síntomas que pueden prender las alarmas en torno a la posible existencia de un cáncer:
Cáncer de mama:
Dolor o retracción del pezón. Irritación o hendiduras de la piel, inflamación de una parte del seno, enrojecimiento o descamación de la piel o del pezón. Secreción por el pezón que no sea leche materna.
Cáncer de próstata:
Necesidad de orinar frecuentemente y, sobre todo, por la noche. Dificultad para comenzar la micción o detenerla. Incapacidad para orinar, interrupción del flujo de orina (o débil), micción dolorosa o sensación de quemazón, dificultad para tener una erección. Eyaculación dolorosa, sangre en orina o semen, dolor frecuente o sensación de tensión en la parte inferior del abdomen, en caderas o en la parte superior de los muslos.
Cáncer de estómago:
Acidez de estómago o sensación de gases. Así como molestias vagas en el abdomen, diarrea o estreñimiento, pérdida de apetito y de peso, sensación de cansancio o debilidad, aparición de sangre en las heces o en un vómito.
Cáncer infantil:
Niñas y niños que presenten fiebre por más de 7 días sin causa aparente, dolor de cabeza persistente o recurrente, dolores óseos que van aumentando progresivamente. Moretones o sangrado, estrabismo ocular y cambio de color en uno de los ojos
Cáncer de colon:
Sensación de tener que evacuar que no se alivia al hacerlo. Sangrado rectal o en los excrementos, debilidad, cansancio y disminución del apetito.
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