12 cosas que quizás no sabías de Gabriel García Márquez
García Márquez hipnotizó al mundo con sus historias y redefinió el mapa de la literatura hispana. Disfruta unas cuantas curiosidades sobre este grande de la literatura que te sorprenderán.
Lo que debes saber del premio nobel de literatura, escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez
- En vida nunca realizó la relectura de algo que ya había sido publicado. Sostuvo que nunca se detendría a hacer correcciones. Y tampoco procuró escribir muy rápido sus obras. El Gabo creía que las ideas eran como el vino, por lo que deberían mejorar con el tiempo. Muestra de ello fueron sus obras “Cien años de soledad” en la que invirtió 18 años para escribirla.
- Fue el mayor de 12 hermanos y medio hermanos. Estudió para ser abogado a la insistencia de su padre, pero encontró trabajo como periodista y no terminó su licenciatura. Pensó que “el periodismo [era] el mejor oficio del mundo”.
- El talentoso escritor colombiano fue muy supersticioso durante toda su vida; y creyente en que las rosas de color amarillo atraía buena suerte. Además, también es curioso que García Márquez pensara que los pavos reales; flores artificiales y las caracolas daban mala suerte.
- Durante su etapa adulta tuvo una gran amistad con el militar y político cubano Fidel Castro, mantuvieron una relación de amigos que duró hasta el fin de sus días.
- También agregó vivencias personales a sus obras. En “El coronel no tiene quién le escriba” se inspiró en sus propias penurias económicas y bajo los efectos del hambre.
- A lo largo de su vida mantuvo una relación cercana con el cine. Escribió guiones para películas y cortometrajes lo que permitió que sus novelas fueran adaptadas. Hizo de jurado en 1982 en el Festival de Cannes. Sin embargo, y pese a la cercanía que mantuvo con el séptimo arte, prometió que “Cien años de soledad” jamás aparecería como una película pues consideraba que perdería su esencia.
- Descubrió que iba ser escritor leyendo “La metamorfosis” de Kafka. “Yo no sabía que esto era posible hacerlo, pero si es así, escribir me interesa”. En cuanto al amor, conoció a quien sería su esposa cuando ella contaba con nueve años; a los 14 le propuso matrimonio y a los 26 años se casaron.
- Una de sus novelas más exitosas: “Crónica de una muerte anunciada”, está basado en un hecho real que el escritor vivió de cerca: el asesinato de un amigo en 1951. La familia del fallecido, le pidió que no cubriera el hecho en los medios de comunicación, pero 30 años más tarde dio a conocer la historia como una novela.
- Este ícono de la literatura era admirador de otra figura importante en el arte colombiano: Shakira. Así lo declaró desde los inicios de la carrera de la cantante. Y el amor era mutuo, pues la intérprete también amaba sus obras. Cuando por fin se llevó al cine una adaptación de su novela El amor en los tiempos del cólera, fue él quien le solicitó a Shakira que se encargara de cantar las canciones para la película.
“La felicidad no es como dicen, que solo dura un instante y no se sabe que se tuvo sino cuando se acabó. La verdad es que dura mientras dure el amor. Porque con amor, hasta morirse es bueno” – Gabriel García Márquez
- Su primera novela fue La hojarasca. Según dijo el mismo Gabo, es su novela más franca, la que está escrita con más conflictos y con menos recursos técnicos. Lo creía un libro bastante torpe y pobre, pero completamente espontáneo y de una sinceridad total
- En su autobiografía, García Márquez, explica su fascinación por la palabra y el concepto Macondo. Describe un viaje que hizo con su madre de vuelta a Aracataca, el tren se detuvo en una estación que no tenía ciudad y un rato más tarde pasó la única plantación de banano a lo largo de la ruta que tenía su nombre escrito en la puerta Macondo. Esta palabra atrajo su atención desde los primeros viajes que había hecho con su abuelo, pero sólo como adulto fue que descubrió que le gustaba su resonancia poética.
- En 1971, la Unión Soviética eliminó algunos pasajes de la traducción al ruso de Cien años de soledad por considerarlos obscenos. Eran, específicamente, las escenas donde había algún componente sexual. En resumidas cuentas, la primera versión rusa planteaba un mundo sin los desafueros fálicos de José Arcadio Buendía Iguarán.