América Latina aún tiene municiones para pelear contra alza del dólar
Daniela tenía un crédito hipotecario en dólares en Perú. Hace tres meses y, tras mucha burocracia en el banco, pasó su deuda a nuevos soles. Ello le ha permitido bajar sus costos en 12%, en medio de la incertidumbre sobre el rumbo de la economía mundial.
“Tres meses después de mi pedido, ya tengo el crédito en soles. Estoy segura de haber tomado la decisión correcta, porque el dólar sigue subiendo. Ahora, pago unos 70 soles menos (unos 21 dólares) cada mes”, cuenta a la AFP.
Quienes no tomaron previsiones, ahora se ven arrastrados por los temores sobre el destino de la economía global. Las monedas latinoamericanas ya venían depreciándose a causa del menor ingreso de dólares por la caída de precios de las materias primas
La situación empeoró hace más de dos semanas después de que China, el principal importador mundial, devaluó el yuan para estimular su economía y mejorar la competitividad de sus exportaciones. En contrapartida, a los chinos les costará más caro importar.
En los días recientes, algunas monedas latinoamericanas han caído a mínimos no vistos en los últimos doce años.
“La verdad, es un ajuste que tenía que haberse dado. Todos estos países tenían sus monedas apreciadas por el aumento del precio de las materias primas, que culminó”, dijo a la AFP el economista de la consultora estadounidense 4CAST, Pedro Tuesta.
En todo caso, no los toma por sorpresa. Aunque sus envíos de cobre y petróleo están golpeados, la mayoría de economías de la región, en mayor o menor grado, aún tiene armas para defenderse.
– Bala de plata –
A diferencia de la debacle a fines de los años 1990 tras la crisis asiática, ahora gran parte de los latinoamericanos tiene sus economías en orden.
“Los mercados emergentes aprendieron esa lección y ahora todos tienen muchas más reservas que antes. En el caso de Chile, tiene poca deuda, el fondo soberano chileno tiene cerca de 25.000 millones de dólares”, dijo al diario Pulso el economista de la Universidad de Chile, Arturo Sifuentes.
“Chile, Colombia, México y Perú están mejor preparados para una guerra de divisas, por su manejo macroeconómico responsable”, consideró el ex ministro peruano de Trabajo Jorge González Izquierdo.
Son sus reservas las que le han permitido a varias de estas economías mantener intervenciones diarias de ventas de dólares para contener su avance.
Uruguay, por ejemplo, confía en la medida. “No esperamos ninguna explosión en materia de tipo de cambio en los tiempos que vendrán”, ha dicho su ministro de Economía, Danilo Astori.
– Atraer capitales –
Pero los países latinoamericanos aún pueden echar mano de otra herramienta: sus tasas de interés de referencia tienen espacio para subir.
“El Banco Central de México tiene varios instrumentos para proteger al peso. Ahora está usando las subastas diarias de dólares (…) pero ha sido insuficiente y podría optar mejor por subir las tasas de interés”, explicó Raymundo Tenorio, experto en política cambiaria de la universidad Tec de Monterrey.
Un alza en la tasa hace atractivo el mercado para el ingreso de capitales foráneos en busca de rendimiento, lo que implica llegada de dólares y un posible abaratamiento de su costo. Además, encarece el endeudamiento, atenúa el consumo y controla el alza de la inflación, que ya es un dolor de cabeza en estos países.
La decisión puede golpear el crecimiento económico pero estas naciones parecen resignadas a crecer menos en 2015 e incluso contraerse, en el caso de Brasil. Algunos bancos centrales ya han dado señales de que irán en esa línea.
Además, en la mayoría de los casos, pueden compensar su menor crecimiento con exportaciones más competitivas, puesto que reciben ganancias en dólares.
– Brasil y Ecuador –
Casos excepcionales son Brasil, con una crisis política interna por denuncias de corrupción. Allí, ni la intervención en el mercado cambiario ni el alza de tasa han evitado que el real se deprecie casi un 30% en lo que va del año.
“La mitad de la desvalorización del real tiene que ver con nuestros propios pecados. Ya nos gastamos todas las herramientas, tenemos una tasa altísima (14,25%) y subirla no está atrayendo dólares. La única solución es resolver la inestabilidad política y trazar un rumbo”, dijo André Leite, economista de TAG Investimentos en Sao Paulo.
Por su parte, Ecuador, con una economía dolarizada hace 15 años, deberá continuar bajo ese esquema, según ha admitido el presidente Rafael Correa. El país debió colocar salvaguardas a sus importaciones.
Para Alberto Acosta, máster en Economía, ante su peculiar situación y con una moneda que no puede devaluar, Ecuador debió trabajar en mejorar su competitividad. “Nos estamos volviendo un país costoso para producir y eso tiene que ser solucionado”, aseveró.
elespectador.com