Recordar los fracasos nos lleva a repetirlos

“Aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla”, decía Napoleón Bonaparte. Sin embargo, según una última investigación llevada a cabo por el Boston College (Reino Unido), la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) y la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.), lo que no recordamos mejora nuestra capacidad de autocontrol de cara a situaciones cotidianas en las que anteriormente hemos fracasado o hemos cometido errores.

A pesar de la creencia común de que recordar nuestros errores nos ayudará a tomar mejores decisiones en el presente, en realidad nos encontramos con que pensar en nuestros fracasos nos lleva a repetirlos en el presente, algo que no es útil en absoluto”, explica Hristina Nikolova, líder del estudio.

 Por ejemplo, pensar que acordarnos de la última vez que dijimos “no” a comernos un buen trozo de tarta de chocolate nos ayudará a controlar nuestras ganas de volver a disfrutar de este postre y elegir una pieza de fruta en su lugar, no hace sino ayudarnos a impulsar el deseo del placer que obtendríamos al comer esa tarta. ¿Por qué motivo?

Para llegar a esta conclusión, los científicos llevaron a cabo diversos experimentos que se prolongaron durante cuatro años en los que examinaron cómo el contenido de los recuerdos de los participantes y su capacidad para recuperarlos afectaba a sus decisiones en cuanto a dilemas de autocontrol como controlar temas tan dispares como el dinero (por ejemplo comprar algo caro pero innecesario, un capricho), el tiempo o la realización de tareas complicadas.

Los resultados revelaron que los participantes que recordaban con más claridad sus éxitos de autocontrol estaban dispuestos a incurrir en un 21% más de deuda de tarjeta de crédito que los que recordaron muchas menos situaciones de autocontrol exitoso. Además, aquellas personas que recordaban entre 2 y 10 situaciones de fracaso de autocontrol en el momento de la decisión eran propensas a incurrir en deudas de tarjetas de crédito tanto como los que recordaron sus momentos de autocontrol positivo.

El estudio demuestra que los consumidores sólo muestran un mejor autocontrol tras una reflexión sobre su pasado bajo condiciones muy específicas pero cuando experimentan dificultades para recordar una gran cantidad de ocasiones en las que han sido un ejemplo de autocontrol, lleva a pensar al participante que quizá no sea tan bueno en ello y se deje llevar por el “objeto de deseo”. De ahí que recordar menos sea igual más. De cualquier forma, recordar cuántas veces o cuándo hemos fracasado en elautocontrol llevaba a los participantes a ser más indulgentes con esa capacidad de contención, con independencia de la cantidad de recuerdos que habían conseguido traer al presente.

Cuando tenemos que pensar en nuestros fracasos nos pone en un estado de ánimo negativo y la investigación ha demostrado que cuando las personas están en un estado de ánimo negativo, tienden a caer en la tentación para sentirse mejor”, aclara Nikolova.

En definitiva recordar los fracasos ayuda poco para mejorar el autocontrol, a pesar de la sabiduría convencional de que uno aprende de sus errores del pasado. De hecho, nuestros resultados en lugar de esto, sostienen que centrarse en los errores del pasado nos puede condenar a repetirlos”, finaliza Nikolova.

Se trata de la primera investigación que trata el efecto de los recuerdos en el autocontrol y ha sido publicada en la revista Journal of Consumer Psychology.

muyinteresante.com