¿Por qué tanta llovizna, frío y viento en Bogotá?
Expertos atribuyen estos fenómenos a la nubosidad y al cambio climático. Persistirán días nublados.
A pesar de las lloviznas que caracterizaron toda la semana pasada y el comienzo de esta, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) se mantiene en que la ciudad afronta una temporada seca. El Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (Idiger), en contraste, señala que estas manifestaciones están asociadas al cambio climático.
Para explicar las precipitaciones que levantaron las alertas de los organismos de control, más que nada en relación con el río Bogotá (en su cuenca alta: Sesquilé y Suesca, entre otros), la meteoróloga del Ideam, Claudia Elizabeth Torres, ilustra: “Lo que se presenta por estos días no es lluvia, sino llovizna persistente, por una actividad de lluvias fuertes en las regiones de la Orinoquía y la Amazonía. Como los vientos que por lo general vienen a Bogotá llegan del oriente del país, nos traen esa humedad de dichas zonas, especialmente del pie de monte llanero”. (Lea también:Radiografía de cómo llueve en Bogotá)
Las bajas temperaturas que los bogotanos experimentaron, precisa la experta, se relacionan con el mismo fenómeno. La nubosidad, que viene desde oriente, impide luminosidad solar alta (que es la que calienta el ambiente), lo cual genera una sensación térmica baja. Las temperaturas máximas de la semana pasada fueron de 18 grados, y las mínimas se mantuvieron entre 10 y 11 grados.
Sobre esta apreciación, el director del Idiger, Javier Pava, afirma que el cambio climático sí influye en estas manifestaciones. “El cambio climático ha ejercido influencia en el comportamiento regional del clima –explica–. Los fenómenos del Niño y la Niña son cada vez más frecuentes. Por ejemplo, estos frentes fríos de los últimos días son alteraciones de las condiciones normales. Ahora se presentan en periodos cortos e intensos que nos complican el panorama, con inundaciones y riesgos inmediatos”.
Pava agregó que la mayor evidencia del cambio es que las dos temporadas de lluvias y las dos temporadas secas que se presupuestaban cada año, y que permitían estar en alerta con antelación, ya no son estables. (Además: Alerta amarilla en cuenca del río Tunjuelo declaran en Bogotá)
“Esto obliga a los organismos de prevención a manterse alertas en cada sector de la ciudad”, puntualizó el director. Y comentó que la institución gestiona la consecución de un radar meteorológico para un monitoreo en tiempo real.
Sobre el clima de los próximos días, el Ideam informó que en julio y agosto la intensidad de los vientos aumentará, lo que traerá días secos más frecuentes (aunque no del todo sin lluvia). Por ahora, persistirán días nublados, como en la semana anterior.
BOGOTÁ – el tiempo.com