Todo lo que tiene que saber sobre para disfrutar de la lluvia de meteoros en diciembre
Esta lluvia de meteoros tendrá su máximo pico de observación en las noches del 13 y 14 de este mes.
El firmamento nocturno tendrá unas protagonistas muy especiales durante estas noches, cuando las Gemínidas, una lluvia de meteoros (mal conocidos como estrellas), habituales durante esta época del año, aparezcan sobre el oriente para deleitar a los a los amantes de este tipo de fenómenos atmosféricos.
Las Gemínidas están compuestas por fragmentos del cometa Faetón, cuya órbita coincide con la de la Tierra durante este mes; esas partículas se encuentran con la atmósfera terrestre, iluminándose por cuenta de la fricción con el aire. El espectáculo brinda la impresión de tratarse de estrellas fugaces, de ahí el nombre, errado, con el que se conoce popularmente estos acontecimientos.
Los meteoritos toman su nombre del cuadrante del cielo por el que aparecen: al oriente, y justo por encima del horizonte, en la zona de la constelación de Géminis. “En mi opinión, se trata de la mejor lluvia de meteoros del año, mejor, incluso que las Perseidas (que se pueden ver agosto), principalmente por su cantidad, pues en el pico de mayor observación se pueden llegar a apreciar unas 120 por hora”, explica el astrónomo Germán Puerta.
Puerta agrega que otro atractivo de las Gemínidas es la hora en la que aparecen en el firmamento, pues, a diferencia de otras lluvias de meteoros, estas empiezan a aparecer más temprano, a partir de las ocho de la noche, por lo que no es necesaria una larga vigilia para contemplarlas.
“Los meteoritos de las Gemínidas son varias veces más densos que el típico polvo cometario de las demás lluvias de meteoros. A esto se le añade su relativa baja velocidad -35 kilómetros por segundo- y se tienen así los más brillantes y duraderos meteoros y bólidos que se pueden observar a lo largo del año. Una maravilla”, dice Puerta.
Quienes quieran ver las Gemínidas, que no representan ningún peligro para nuestro planeta, pueden hacerlo desde cualquier lugar al aire libre, y sin necesidad de recurrir a instrumentos ópticos; lo ideal es ir a zonas sin contaminación lumínica, lejos de las luces de la ciudad.
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