Un proyecto de reciclaje colombiano fue reconocido por Google como uno de los mejores del mundo
Dos jóvenes antioqueños están detrás de un proyecto de basuras que, mediante la identificación visual de los residuos, indica el lugar en dónde debe arrojarse la basura. El proyecto fue finalista de la Google Science Fair de este año.
En las calles del municipio antioqueño de Bello, por lo normal, los jóvenes de 15 y 16 años suelen pasar su tiempo jugando picaditos de fútbol. Pero mientras que la gran mayoría jugaba con la pelota, tres muchachos pasaban tardes completas desarmando computadoras y aprendiendo de programación y este mes fueron reconocidos por Google por un proyecto tecnológico de alto impacto en la comunidad.
En el año 2013, cuando estaban en noveno grado, Manuel Alejandro Escobar, Alejandro Rengifo Gómez y Alejandro Quintero asistieron a la clase de Tecnología que dictaba el profesor Juan Carlos Briñez, en donde aprenderían conceptos básicos y útiles de informática. Sin embargo, el profesor, pronto se dio cuenta que en su salón había estudiantes que querían aprender mucho más. “Desde el primer día me di cuenta que ellos tenían una gran aptitud para las computadoras”, cuenta el profesor.
Ese año, el profesor de tecnología, formó unos pequeños grupos de trabajo para quienes quisieran profundizar en el tema de la programación y las computadoras. La idea era formar grupos de tres o cuatro estudiantes y que ellos trabajaran en un proyecto, algo que pudiesen desarrollar a lo largo del año escolar. Naturalmente, los tres jóvenes se inscribieron. Sin dudarlo.
“Al principio participábamos del semillero como un hobby, porque aprendíamos sobre computadoras y podíamos con eso ganar dinero”, dice Manuel. En el semillero, además de darles herramientas para que “se rebuscaran unos pesos”, Briñez les ponía retos semanales para que fuesen desarrollando sus capacidades y exigiéndose más en el tema de la programación. Hoy, tanto Manuel como Alejandro, y en parte gracias a su formación en tecnología en el colegio, estudian Ingeniería de Control, de Sistemas e Informática y Mecatrónica en la Universidad Nacional y el Instituto Tecnológico Metropolitano.
Dentro del grupo de trabajo, los muchachos, junto con su profesor, pensaron en una idea que ayudara a los habitantes de Bello a reciclar de manera adecuada. “Vimos que muchos de los esfuerzos que se hacen por el reciclaje se van al piso por una persona que lo hace mal y daña el todo el proceso”, dice Manuel. De esa manera, los jóvenes idearon un proyecto que logre dos cosas: un reciclaje efectivo y que además eduque a la gente en la forma como clasifica los residuos en las canecas de colores que hoy se han vuelto populares en colegios, oficinas y establecimientos públicos.
El dispositivo creado por ellos, que por ahora está en estado de prototipo, dice al usuario cuál es la caneca adecuada para depositar la basura. “El proyecto funciona bajo lo que se denomina visión artificial. Con una cámara web tomamos una foto del residuo, la procesa un algoritmo que la compara con una base de datos con imágenes de muestra previamente etiquetadas y este es capaz de decirnos en dónde lo debemos arrojar”, dice Manuel. El prototipo, por ahora, cuenta con solo tres canecas: latas, botellas y cartón.
Con esta idea, que fue reconocida por Google como una de las 100 propuestas más innovadoras del mundo y también una de las cinco finalistas de Latinoamérica, los jóvenes antioqueños han participado en diversas ferias de ciencia en Colombia, en dónde han ganado múltiples reconocimientos, y también en el exterior.
De hecho, Manuel y Alejandro viajaron este año a Estados Unidos, en compañía de Briñez, a presentar su proyecto de basuras en la Fería Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel (Intel ISEF, en inglés). Este viaje, según Manuel, no habría sido posible sin la ayuda de la rectora de su colegio, Aida Betancur, y del apoyo de las autoridades departamentales del municipio de Bello, quienes costearon los viáticos del viaje.
Motivados por el éxito que ha tenido su propuesta, Manuel y Alejandro, inscribieron su proyecto a la Fería de Ciencia de Google. Y fue muy grata la sorpresa porque, entre más de 1000 propuestas, la suya fue seleccionada como una de las finalistas y opcionadas para ganar el concurso.
Y aunque en esta oportunidad no lograron conseguir el premio, esto es, para Manuel, “una oportunidad para seguir enriqueciendo su proyecto”, aunque en este caso no habla del sistema de basuras. “Mi sueño es algún día trabajar para Google como desarrollador”, dice Manuel, algo que su profesor, Juan Carlos Briñez lo ve como algo “más que posible”.
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