Culminan obras del Plan Maestro de Alcantarillado de Ocaña
Un alivio han sentido los habitantes de varios sectores del municipio deOcaña en Norte de Santander con la culminación de las obras de construcción del Plan Maestro de Alcantarillado, que entre otras, comprende un colector pluvial en el sector de las quebradas El Tejar y San Cayetano, .
Durante años, miles de habitantes de los barrios La Piñuela, San Antonio, Palomar, Betania y Hacaritama –por donde pasa el río Chiquito– sufrían en las temporadas de lluvia con el desbordamiento del afluente que en cada arremetida dejaba cientos de damnificados.
Las calles se convertían en ríos que arrasaban con todo a su paso. Laslluvias dejaban viviendas inundadas, los desagües no soportaban la presión del agua, se taponaban por el arrastre de sedimentos y escombros y el agua se devolvía por los sifones.
A esto se sumaban en épocas de verano los malos olores y la contaminación ambiental por el vertimiento de aguas negras que generaban afectaciones, sobre todo en los niños. “Era un caos” dice Enalba Julio, presidenta de Junta de acción Comunal del barrio El Palomary una de las que más se vio perjudicada.
A raíz de los efectos negativos en las comunidades, el alcalde Jesús Antonio Sánchez gestionó ante el Gobierno Nacional una solución definitiva y en abril de 2013 se firmó un millonario contrato por 23.781 millones de pesos para el Plan Maestro de Alcantarillado de Ocaña, por parte del Ministerio de Vivienda, el Consorcio Ocaña 026 y la Fiduciaria Bogotá (Fidubogotá) administradora del Fidecomiso, apostándole a que con estos trabajos a los ocañeros pudieran tener plena cobertura del servicio de alcantarillado.
Así se dio inicio a la construcción de un largo tramo de mil metros de Box Coulvert en dos secciones con estructuras para un colector pluvial y un colector de aguas negras y los colectores aledaños a la estructura para laconducción de agua, sedimentos y residuos en el tramo comprendido entre las quebradas San Cayetano y Tejar que unen sus aguas en el río Chiquito.
No obstante, durante los trabajo a cargo del Consorcio Ocaña 026 se presentaron dificultades. Al tiempo que se avanzaba en las obras se presentaron fuertes precipitaciones que generaban inquietud en la comunidad pues algunos barrios sufrieron inundaciones lo que hizo pensar a la gente que el remedio había sido peor que la enfermedad.
Pero con el paso de los meses se empezó a sentir el cambio tanto en tiempo de lluvia como en el seco. Con los avances de la obra el medio ambiente y calidad de vida de los habitantes de la zona de influencia de las quebradas que atraviesan Ocaña empezaron a respirar otro aire.
Todo fue cosa de tiempo y a finales de este 2015 el Consorcio dio por culminada la mega obra que entre octubre y noviembre pasó la prueba de fuego ante una corta pero fuerte temporada de lluvias en medio del fenómeno del Niño.
Con el proyecto ejecutado se logró un 99% de cobertura en servicio de alcantarillado. Las obras de descontaminación ahora se visualizan como un corredor biológico, de recreación y recuperación del paisaje natural resistieron a las lluvias, sin que se diera lugar a inundaciones en los sectores donde esto era frecuente.
La comunidad ahora duerme más tranquila porque ya no se espera que el agua les llegue al cuello con el primer aguacero como sucedía en el pasado. El medio ambiente también ganó la batalla pues los malos olores también se fueron.
elespectador.com