“Si nos demoráramos un minuto menos bañándonos, todos los días, daríamos agua a La Guajira”

Luego de la intervención del alcalde Gustavo Petro sobre el agua y su proposición de organizar las ciudades alrededor de la misma, el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, destacó la labor de su gestión frente al tema y puntualizó en que si todos los ciudadanos ahorraran agua se beneficiarían departamentos como La Guajira, que tanto sufre por el suministro de este líquido vital.

“Si nosotros nos demoráramos un minuto menos bañándonos, todos los días, le daríamos agua a uno de los municipios de La Guajira”, indicó Vallejo.

La semana pasada, Petro aseguró que pidió un informe sobre la responsabilidad de la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB) en la crisis de abastecimiento de agua sufrida por La Guajira, al haber sido el operador de este servicio en este territorio durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. El burgomaestre capitalino dijo que la capital de la República debe disculparse con ese departamento por el agua.

“El operador del Plan Departamental De Aguas de La Guajira fue el Acueducto de Bogotá en tiempos de Uribe y logró pasar a tiempo de Santos. Y en una junta directiva pregunté ¿los estudios que hizo la EAB fueron de redes de acueducto para los municipios? Pero no se preguntaron de dónde salía el agua y no hubo respuesta”, dijo Petro.

Para el mandatario, se tienen que establecer responsabilidades por las decisiones políticas que han deteriorado el ambiente, como parte de la lucha social contra el cambio climático.

“Nuestra empresa pública tiene algo que decir, así sea para pedir perdón, porque en el primer año de este gobierno quitaron al operador público allá en La Guajira y pusieron uno privado, y el privado -como cosa rara- son españoles, pero digamos, hay algo que decir al respecto, lo mismo que en El Quimbo, lo mismo que en nuestros páramos y nuestros embalses”, aseguró Petro.

La situación que viven los wayuus en La Guajira no es muy diferente a la de quienes viven en Togo, en el centro de África, donde las mujeres caminan cinco kilómetros a diario. Aquí, las acompañan los niños y los recorridos pueden ser hasta de diez kilómetros.

“Bajo la tierra hay corrientes de agua dulce. Si se abren pozos tendríamos una solución, porque la tierra es fértil, pero lo que nos falta es agua”, dice Sergio Cohen Epiayú, quien en estos últimos cuatro años ha visto morir a 3 mil animales, en medio de la tierra árida y casi desértica de la Alta Guajira, donde fueron quedando enterrados, bajo la poca agua salinizada que queda de la última vez que llovió.

Bajo el sol de mediodía, en Puerto Virgen, donde vive Cohen, el viento no lleva ni el más mínimo rastro de humedad, debido a los bajos niveles de precipitaciones en la Alta Guajira, que de acuerdo con el Ideam en los dos primeros meses del año no han superado los 25 milímetros y a los altos índices de horas/día de luminosidad, que propician una mayor evaporación.

La gobernación de La Guajira, que aumentó en un 300% las regalías durante el período de 2002 a 2010, llegando al pico de 596 mil millones en 2009, de acuerdo con las cifras de la Dirección de Regalías, poco ha logrado avanzar en el cumplimiento de las coberturas mínimas de agua potable, alcantarillado y recolección de basuras.

Ninguno de los 15 municipios del departamento cumple con las coberturas mínimas estandarizadas en el país, mientras que la Gobernación asegura que esto se debe a que los recursos no alcanzan para satisfacer las necesidades que ha generado la crisis de la sequía.

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