Países garantes del Proceso de Paz piden reducir las hostilidades

Noruega y Cuba, los Gobiernos garantes en las negociaciones para poner fin al conflicto armado en Colombia, llamaron este martes a reducir urgentemente la intensidad de los enfrentamientos en el país, tras un marcado aumento en los ataques de la guerrilla de las Farc que han afectado a la población civil.

“Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimientos en Colombia, e intensificar la implementación de medidas de construcción de confianza”, dijeron en un comunicado los Gobiernos de Cuba y Noruega.

El jefe negociador del Gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, advirtió recientemente que el diálogo de paz con la guerrilla de las Farc está llegando a su fin y que los delegados podrían levantarse de la mesa por el aumento de los ataques rebeldes.

Las negociaciones en La Habana buscan acabar con el conflicto armado de 50 años que ha dejado aproximadamente 220.000 muertos. Además de los garantes, Chile y Venezuela actúan como países acompañantes de las negociaciones de paz que se han extendido por 31 meses. Poco después de la declaración, el jefe negociador de las Farc en La Habana, Iván Márquez, insistió en que la guerrilla quiere llegar a un acuerdo con el Gobierno y criticó las declaraciones de de la Calle.

“No queremos hoy darle espacio a las voces agoreras del fracaso de los diálogos, ni a la desmesura de las palabras de quienes teniendo en sus manos la sagrada responsabilidad de construir la paz, flaquean frente a las adversidad y amenazan con abandonar la búsqueda de la reconciliación”, dijo Márquez en una declaración. “Deseamos firmar la paz con este Gobierno, pero es preciso retirar la enredadera jurídica atravesada en el camino”, añadió.

Las Farc rompieron un cese unilateral al fuego a finales de mayo en represalia por un bombardeo militar en el que murieron 27 rebeldes, incluido un líder que participó en las negociaciones de paz en La Habana. Desde entonces, el grupo rebelde que cuenta con unos 8.000 combatientes ha lanzado ataques a torres de energía, oleoductos y carreteras, que han afectado a la población civil y provocado graves daños ambientales.

En las rondas anteriores, las partes ya han logrado acuerdos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la conversión de la guerrilla en un partido político, combatir el narcotráfico, sobre el desminado y para la creación de una comisión de la verdad.

REUTERS