Hasta 12 años de cárcel pagarían causantes de quema en Villa de Leyva

Un equipo especializado del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía se encuentra en Villa de Leyva indagando las causas del incendio forestal que, desde el viernes, ha consumido 350 hectáreas de bosques y vegetación nativa de los cerros tutelares de este municipio.

Uno de los peritos de medio ambiente de la Fiscalía que se encuentra en la localidad boyacense le confirmó a EL TIEMPO que la conflagración fue provocada por manos criminales y que las investigaciones han avanzado a buen ritmo.

“El resultado preliminar que arroja nuestra investigación es que se trata de un incendio iniciado por mano del hombre, que será penalizado con la individualización de los responsables, quienes podrán llegar a pagar cárcel por un periodo que oscila entre cinco y 12 años, pues hay varios delitos configurados: incendio y afectación sobre la reserva natural de Iguaque”, le reveló una fuente del CTI a EL TIEMPO.

Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Gabriel Vallejo, aseguró que casi el 80 por ciento del incendio ya está controlado y que para ello, 600 bomberos, integrantes de la Defensa Civil, Cruz Roja, voluntarios, policías y soldados y seis aeronaves trabajan incansablemente.

“Controlado no quiere decir liquidado, estamos trabajando sin detenernos en esta labor buscando minimizar el impacto de las llamas en el menor tiempo posible. Sobre la investigación judicial, el Vicefiscal General de la Nación envió una comisión especial que está haciendo una investigación exhaustiva y confío que en los próximos días haya resultados”, señaló Vallejo.

El Ministro también sostuvo que se trabaja sobre dos hipótesis: la primera asociada a un grupo de cazadores de armadillos, quienes con el objetivo de ahuyentar a estos animales habrían encendido fuego cerca de sus madrigueras para obligarlos a salir de estas y cazarlos. Una segunda hipótesis tiene que ver con globos que habrían sido enviados en las horas de la noche del viernes, cuando inició el incendio.

“Los cazadores, en una actitud totalmente reprochable, prenden fuego cerca de las madrigueras de los armadillos con el fin de que salgan, cazarlos y matarlos para el consumo humano”, señaló.

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