Residentes del sur de Bogotá exigen cierre del relleno Doña Juana

La protesta se da a propósito de la conmemoración de los 20 años de la más grande emergencia sanitaria de la ciudad, tras el derrumbe de un millón 200 mil toneladas de basuras del relleno sanitario.

Decenas de personas que residen en los alrededores del relleno sanitario Doña Juana realizan este miércoles una manifestación para pedir el cierre definitivo del basurero y la implementación de una planta de reciclaje. Los habitantes descienden, desde el barrio Mochuelo Bajo (Ciudad Bolívar), rumbo a la Avenida Boyacá.

La protesta se da a propósito de la conmemoración de los 20 años del derrumbe de un millón 200 mil toneladas de basura que se precipitaron sobre el río Tunjuelo y que generaron enfermedades en la población de la zona de influencia. Ellos aseguran que su calidad de vida desde entonces se ha agravado.

Los manifestantes aseguran que esperaban convocar más personas en la marcha, pero, según ellos, fueron intimidados por las autoridades. “Acá ha habido presencia del Esmad, del Goes, del Ejército. Y eso es a raíz de la protesta. Pero no somos delincuentes, queremos exigir por nuestros derechos”, indicó Óscar Barón, líder de la zona.

Los habitantes de Mochuelo Alto salieron a marchar a las cinco de la mañana, custodiados tanto por militares como por policías. Al menos 50 campesinos lideraron la manifestación, en medio de cánticos en los que pedían la intervención del Distrito.

Entre las solicitudes que más eco tuvieron entre los habitantes de Mochuelo se destacó el tratamiento de las plagas y el cierre del relleno. Julio Castiblanco, de la vereda del Mochuelo Alto, salió a protestar por las múltiples afectaciones que ha dejado el relleno en su comunidad. “Me he enfermado mucho, de los pulmones, de bronquitis. Yo cultivo criollas, arveja, habas y desde que llegó el botadero, todo se ha acabado”.

“Antes la vida era muy tranquila, todo esto era verde y se vivía de la agricultura y la ganadería. Ahora los moscos no dejan quieto al ganado y por eso estamos acabando con la ganadería. La moscarria no nos deja trabajar. Además, hay problemas de ratas y muchos perros. Es terrible y no hacen nada”, agregó.

Por su parte, Rafael Mendoza, otro de los habitantes, asegura que nació en el Mochuelo Alto hace más de 50 años y las peores afectaciones se han visto en los últimos años. “Nos ha afectado en todo sentido, en la salud, en la producción, en el turismo. Antes la gente subía a comer a los piqueteaderos, ahora nadie quiere subir a comer al lado del relleno”.

Aunque considera que no hubo presiones directas de la Policía, sí cree que mucha gente no salió por los anuncios que hizo la administración. “Pero nuestra marcha es pacífica, nosotros lo que pedimos es que cierren el botadero y que nos den mejores condiciones de vida porque aquí todos tenemos gripa permanentemente, los niños tienen muchos brotes de piel”.

“Ya estamos cansados de tantas injusticias con nosotros. Son más de 20 años con los problemas de basura y aun así nos quieren sacar del pueblo y no es justo, porque lo que queremos es que traten bien esa basura”, dijo por su parte Hernando Montoya, quien vive desde hace 40 años en la zona.

Recientemente, para controlar y eliminar la proliferación de moscas que afectó las zonas aledañas al relleno sanitario Doña Juana, la Secretaría Distrital de Salud fumigó durante el último mes un millón 386.600 metros cuadrados en 16 barrios de Ciudad Bolívar y Usme. Sin embargo, en los barrios Mochuelo Alto y Bajo los residentes no permitieron que se realizaran acciones de control vectorial.

Según el Distrito, esta acción, como parte del plan de choque para mitigar el impacto de vectores en la salud y el ambiente, dio como resultado la disminución o erradicación permanente de los insectos. Se realizaron 19 visitas de diagnóstico para identificar focos de reproducción, el nivel de infestación y la clase de larvas.

“A partir del pasado 16 de agosto se adelantaron siete jornadas de fumigación. La intervención se realizó mediante nebulizaciones del plaguicida, con 12 técnicos que recorrieron los diferentes cuadrantes con equipos de aspersión, y previa sensibilización de la comunidad, casa por casa. Tras evaluar el impacto de estas acciones, a la fecha se ha evidenciado que hay gran disminución de vectores en los barrios de Usme”, explicó la administración.

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