El fenómeno del Niño, con la sequía, siembra la angustia en el campo

La falta de lluvias generada por el fenómeno del Niño, que entró a la fase fuerte, causa angustia entre los agricultores por la pérdida de productividad y daños en cultivos de arroz, maíz y caña de azúcar, sobre todo en la costa Atlántica, Tolima, Huila y Valle.

Esa escasez de agua ha llevado incluso a agricultores a dejar sembrar, lo que, según el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, va a incidir en la cosecha del año entrante, particularmente en las mismas regiones que han resultado afectadas por el fenómeno.

Según Hernández, solo se han sembrado 35.000 de las aproximadamente 150.000 hectáreas de arroz que se tenía previsto sembrar este año. “En este semestre debía sembrarse arroz en agosto y septiembre, para ser cosechado desde enero del año entrante, pero no se ha podido sembrar en forma por la falta de agua, en las zonas de riego. Si este mes hay lluvias, el atraso será de mes y medio, por lo que la cosecha no se haría hasta febrero o marzo del 2016”.

No obstante, el gremio arrocero asegura que este segundo semestre no habrá desabastecimiento del cereal y hace el llamado a los agricultores para que no siembren hasta que se normalice el clima. “Sembrar ahora, sin agua, es absurdo”, enfatiza Hernández.

Uno de los casos más graves de este gremio ocurre en el sur del Cesar, donde llevan “dos años de sequía”. “Muchos arroceros se han pasado a cosechar maíz. Agricultores que sembraban 200 hectáreas ahora siembran la mitad en arroz y la mitad en maíz porque no hay suficiente agua”, indica Álvaro José Perpiñán, director de Fedearroz en Aguachica (Cesar).

Y aunque muchos están sembrando maíz, la situación de este alimento también es preocupante en la Costa. Alejandro Puyana, agricultor de maíz en el sur de Cesar, cuenta que las pérdidas que deja este producto son “aterradoras”.

Solamente Puyana, quien dice que como él en la región hay muchos a quienes la sequía les acabó con sus cultivos, perdió 200 hectáreas de maíz, que para el momento en que las abandonó llevaba invertido 2 millones y medio de pesos por hectárea, lo que le significó una pérdida cercana a 500 millones de pesos, pues su cultivo no estaba asegurado.

Por su parte, Henry Vanegas, gerente general de la Federación Nacional de Cerealistas (Fenalce), dice que su gremio está afectado porque las fechas de siembra se movieron.

Según el dirigente, la única zona donde no se presentan problemas es en los Llanos, y los más perjudicados son Tolima y Valle.

En algunas zonas del departamento de Cesar, que completa dos años de sequía, los cultivos de maíz se están muriendo. Archivo particular

El retraso en la siembra de maíz, por la falta de agua, termina afectando a los cultivadores de algodón. César Pardo, presidente ejecutivo de la Confederación Nacional de Algodón (Conalgodón), reporta que eso ha impedido las siembras a tiempo del algodón. A la fecha debería haberse sembrado un 80 por ciento del área estimada, pero solo se ha podido sembrar en un 20 por ciento.

Agrega además que el otro problema causado por el arribo del Niño, y ahora con su recrudecimiento, es el aumento de los costos por riego, porque las láminas que se les suministra a los cultivos solo duran entre 2 o 3 días, y el terreno se seca nuevamente, situación por la que se puede perder la inversión.

Otro de los cultivos damnificados es la caña de azúcar. Javier Carbonell, director del programa de agronomía del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia (Cenicaña), afirma que desde Cartago hasta Santander de Quilichao todo está afectado.

“Las precipitaciones han estado muy por debajo de lo normal, pero lo que ha afectado es la cantidad de producción, porque pérdida total de cultivos no ha habido, pero sí se han limitado las renovaciones; la gente renueva una producción de caña cuando la anterior ya ha dado sus producciones, pero como no hay agua, no se puede hacer eso”, dice Carbonell.

El especialista añade que el reflejo de la producción perjudicada no se verá hasta finales de noviembre y diciembre, y que se estima que el total de la afectación alcanza las 10 toneladas por hectárea.

Juan Camilo Restrepo, presidente de la Asociación Nacional de Bananeros de Colombia (Augura), asegura que el Niño es una amenaza para el banano porque este tiene un alto porcentaje de agua. “El negocio se va viendo inviable financieramente, y si no hay agua no tenemos como superar las 2.000 cajas por hectárea, que es el promedio de producción”, señala.

Por su parte, los cacaoteros reportaron que en 21 municipios del Huila se presentan pérdidas profundas por la sequía, en árboles que ya estaban en producción y en desarrollo, por lo que habrá una caída del 80 por ciento en los rendimientos, lo que impacta social y económicamente debido a que no se contratan trabajadores para cosecha y mantenimiento de árboles.

Este año van 32.000 reses muertas debido al verano

La sequía que afecta a Colombia deja hasta el momento 32.000 cabezas de ganado muertas, según la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán).

Los departamentos más afectados son el Magdalena, donde han muerto cerca de 10.000 reses, y La Guajira, con 6.700. También han resultado golpeados Sucre, con 5.300 reses muertas; Cesar, con 2.800, y Bolívar, con 3.100. El país cuenta con 21 millones de cabezas de ganado.

Rodolfo Montoya, coordinador de Enlace General Fedegán, dice que en estas regiones se esperaba que en abril comenzara a llover, pero como no hubo agua no se pudieron llenar los reservorios.

Además de esta situación, también hay déficit de pastos.

De otro lado, en Tolima, Huila, Antioquia y en los Santanderes hay preocupación por la posible extensión del verano hasta abril del 2016, lo que podría incrementar la mortandad de las reses.

Montoya asegura que en las tierras en las fincas están secas, lo que agudiza el problema de la falta de pastos para el ganado y ha generado una problemática adicional: el desplazamiento de animales.

Este año, aproximadamente 700.000 animales han sido desplazados. Esto ocurre cuando a los finqueros se les acaba el pasto en sus predios y deben trasladar el ganado a otros terrenos.

Esta circunstancia es preocupante, pues lo normal es que se muevan unas 250.000 reses al año, por este problema.

Otros factores que ha incidido en la pérdida de ganado son los incendios, que se han incrementado a causa del pasto seco, la reducción de la siembra en cultivos como el maíz.

Para enfrentar la falta de alimento, Fedegán tiene un convenio con el Ministerio de Agricultura para comercializar silo y mezclagán, pero este producto está agotado en el centro del país, con lo cual los ganaderos deben comprarlo en Córdoba, con unos costos de transporte altos.

La Federación les recomienda a los ganaderos que traten de reservar agua de las lluvias que se presenten y cuiden la que hay, no permitiendo que el ganado ingrese a los nacimientos de agua y ríos, debido a que es altamente contaminante.

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