Por un Día de la Madre menos violento

En 2016 la Policía de Bogotá habló de 3.937 riñas, 427 heridos y 17 muertos.

Este domingo 14 espero celebrarle el Día de la Madre a Isabel -esa admirable mujer que amorosamente me dio la vida-  acompañado por mi padre, hermanos y familia cercana. ¡Feliz día para ella y para todas las mamás del país!

Muchas personas pasarán por alto la fiesta, ante la ausencia de sus progenitoras; me uno a su pesar y al de las mujeres de hogar que no compartirán con sus seres queridos. Me solidarizo, particularmente, con los miles de ellas para quienes el evento tiene el amargo sabor de la tragedia: ¿ha pensado usted en las madres que son maltratadas, incluso en ese, “su día”? ¿Imagina lo que vive, siente y padece el inmenso número de mamás colombianas que ha sufrido el atropello, heridas e incluso la muerte forzada de hijos, hermanos, esposos, familiares o amigos en alguna de esas “reuniones en su honor”? ¿Sabía, acaso, que este día de celebración es, frecuentemente, el más violento del año en Colombia?

En mayo de 2015, se reportaron 74.812 casos de violencia intrafamiliar en el país y poco más del 30 por ciento de ellos ocurrió en esta festividad para honrar al ser que nos trajo al mundo. En esa fecha, entre las 5:00 y las 10:00 p. m., en la Capital, se presentaron cerca de 4.254 riñas en las calles y 4.000 agresiones contra mujeres. En 2016, recordemos, apenas terminado el fin de semana correspondiente, la Policía de Bogotá habló de 3.937 riñas, 773 armas blancas incautadas, 427 heridos y 17 muertos (número más elevado que el año anterior). Este grado de abuso me mueve a compartir estas líneas y a hacerlo antes del evento, invitando a la reflexión. Si sirven para salvar una vida, una sola o evitar una riña, cumplieron su cometido. Los medios, en pocas horas, darán cuenta de las absurdas estadísticas de violencia en el Día de la Madre 2017, ya después de acontecida la fecha, sin poder evitar algo del dolor que causan esos hechos. Probablemente sufriremos otra cruenta jornada en este fin de semana; ojalá no alcance niveles tan altos como en años anteriores.

Datos como los citados, enseñan una problemática que seguimos sin querer ver, asumir ni solucionar: los colombianos celebramos trágicamente y pareciera no importarnos. Esta realidad se hace manifiesta en el último reporte anual del Instituto de Medicina Legal sobre violencia en el país: Forensis 2015, que afirma que de los 11.585 asesinatos cometidos en 2015, 3.938 casos, es decir, el 34 por ciento (uno de cada tres), sucedió en celebraciones, eventos sociales, reuniones familiares, etc. En Colombia, pues, la agresión, la violencia y la muerte son “invitadas de honor” a los festejos: Año Nuevo, el Día de la Madre, el de Amor y Amistad, matrimonios, carnavales, encuentros deportivos, etc. Esta situación fue ampliamente abordada en “Celebrar: una tragedia en Colombia” (*), especial multimedia publicado y disponible en eltiempo.com, documento de consulta desarrollado con el aporte voluntario de 26 personajes, quienes reflexionan sobre el problema, exponen sus ideas acerca de las razones del mismo y plantean salidas viables.

Las causas de esta atávica y lamentable situación son múltiples y complejas; no pueden restringirse al consumo desmedido de alcohol y alucinógenos, sumado a la frustración de la vida. Por tal razón, la búsqueda de soluciones tiene que venir de diferentes perspectivas y el compromiso debe ser de todos: personas e instituciones. En Colombia merecemos y tenemos que re-aprender a celebrar sin violencia. Comencemos por este festejo y obsequiemos a nuestras mamás el regalo más elemental y sagrado de todos: mantenernos vivos y bien, para compartir con ellas. ¡Feliz y pacífico Día de la Madre!

eltiempo.com