Conozca los planes de la Alcaldía de Bogotá en materia de construcción

La calle 80 entre la Autopista Norte y el río Bogotá, así como la carrera 30 (NQS), desde el puente de Venecia hasta la calle 92, en el norte, serán las primeras vías donde se aplicará el decreto de renovación urbana sobre avenidas por donde pasa TransMilenio.

El borrador, que está en discusión de expertos y ciudadanos hasta el próximo 7 de octubre, en la página de la Secretaría Distrital de Planeación, permite la construcción de alturas de 20 pisos, andenes de 12 metros, el englobe de predios y prohíbe el acceso a parqueaderos de las nuevas edificaciones por vía principal, entre otras medidas.

El anuncio lo hizo este lunes el alcalde Enrique Peñalosa Londoño, en rueda de prensa, en el marco del X Seminario Internacional sobre Seguridad Vial, al precisar que esos corredores dejarán de ser vías grandes que irrespetan la dignidad humana para darles paso a autopistas con aceras de calidad.

Al respecto dijo el mandatario que la mitad de las muertes por accidentes de tránsito son peatones.

Al lado de estas vías se podrán hacer construcciones en áreas que tengan como mínimo 1.500 metros cuadrados y en contraprestación, los constructores entregarán al Distrito el 20 por ciento de área para espacio público. En promedio, los edificios tendrán 15 pisos de altura, generarán 54.000 viviendas y se calcula que allí habitarán poco más de 160.000 personas.

El secretario de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, le afirmó a EL TIEMPO que los grandes ejes del transporte masivo “son los sitios ideales para permitir la densidad y la altura porque hay más personas al lado de grandes corredores viales, lo que significa una mayor probabilidad para no utilizar transporte individual ni particular”.

Según las proyecciones, la nueva normatividad generaría 217 hectáreas de manzanas que a su vez le darán a la ciudad 43 hectáreas de espacio público acumulado, esto es, más o menos medio parque metropolitano Simón Bolívar.

Los inversionistas de los proyectos también tienen que tener en cuenta que a la hora de desarrollar los proyectos, las vías locales aledañas van a tener un perfil mínimo de 7 metros de calzada. El dueño tiene que ampliar la vía para cumplir con la norma.

Además, otra de las innovaciones, tal y como lo anunció EL TIEMPO en la edición del pasado 19 de septiembre, son las terrazas o cubiertas de los nuevos edificios que ya no serán privadas o de un solo dueño y tampoco se podrá construir un penthouse. Serán espacios comunes para que los residentes puedan tomar el sol, descansar, leer, hacer reuniones o ver la ciudad.

En los primeros pisos de los nuevos predios, no habrá parqueaderos ni bodegas. Esos sitios serán espacios habitables para el comercio, gimnasios, para el lobby del edificio o zonas comunales. No podrán tener reja, pared o ingreso de parqueadero. “Eso le da vida a la zona”, dijo el secretario Ortiz.

Entre las consideraciones que se tuvieron en cuenta para elegir la NQS o la carrera 30 y la calle 80 es la carencia de espacio público: no hay andenes amplios por donde caminar, las ciclorrutas no son continuas, las fachadas están deterioradas, hay paredes selladas que dan a la vía principal, las culatas y rejas alejan a los ciudadanos del entorno en general y mucho menos son amigables o respetuosas de las personas en situación de discapacidad.

En Bogotá, según las cifras entregadas por Peñalosa, en 9 de cada 10 calles, las personas no pueden ir en silla de ruedas porque los andenes no están habilitados para los ciudadanos en situación de discapacidad. Al realizar el recorrido por estas vías, se ven lotes pequeños, predios de dos pisos en deterioro o en abandono y edificaciones menores con potencial de desarrollo. Precisamente, el espíritu del decreto es que los propietarios logren un predio que cumpla con los requisitos.

Frente a las construcciones que ya están consolidadas, el secretario de Planeación dijo que, por tratarse de un tema normativo, los desarrollos se van a ir danto en el tiempo pero que en todo caso “los que están siguen funcionando normalmente”. Significa que en urbanizaciones consolidadas y que fueron bien diseñadas, como la Ciudadela Colsubsidio o Metrópolis, la norma no se aplica.

Sobre las diferencias con el polémico decreto 562 de alturas de la pasada administración, y que fue derogado por la administración Peñalosa, el jefe de planeación distrital dijo que mientras el decreto 562 estaba fundamentado en la universalidad, la nueva norma busca que se haga sobre la base de la infraestructura de transporte público.

Peñalosa dijo a los periodistas que “lo más sagrado en el diseño de las ciudades son los espacios para los seres humanos, para los peatones” y precisó que “de todo el universo, la única parte microscópica donde se tiene derecho a estar y se puede estar seguro son las aceras”.

El Alcalde anunció también que en algunos casos se va a levantar la altura a los sardineles para evitar que los carros se suban a los andenes, no descartó la posibilidad de bolardos en las zonas más vulnerables y precisó que una ciudad avanzada se diferencia de una atrasada, no por las autopistas ni los metros sino por tener aceras de calidad. “Vamos a expedir muchas normas que va a estimular que se aumenten las alturas en las vías principales, para que tengamos de verdad avenidas y no vías grandes que no tienen respeto por el ser humano”.

eltiempo.com