Aumentan casos de ciberdelitos contra menores en el país

Policía dice que padres están fallando en cuidado y en la atención de sus hijos.

Los papás de Colombia se están rajando en materia de cibercuidados con sus hijos. O por lo menos así lo sugieren las estadísticas sobre el crimen digital contra menores. De acuerdo con datos del Centro Cibernético de la Policía Nacional, de seis modalidades que se monitorean, cuatro presentan cifras de crecimiento en lo que va del 2015 frente al año anterior. En el mejor de los casos, se mantienen en los mismos niveles de ocurrencia.

“Están disparados los robos de identidad digital (cuando le roban el perfil de Facebook, o una cuenta de correo, etc.), las amenazas, injurias y el ‘grooming’, en donde acosadores se hacen pasar por un niño o niña para engañar a menores de edad, a quienes luego invitan a intercambiar fotografías eróticas con las que después los extorsionan”, explica el coronel Freddy Bautista, director del Centro Cibernético de la Policía Nacional.

Según el coronel Bautista, el aumento en las cifras de los últimos seis meses en Colombia estaría relacionado con un mayor esfuerzo que entidades educativas han asumido frente a la detección y denuncia. “Hemos realizado varias jornadas de capacitación y sensibilización en colegios con la idea de que en el ambiente escolar aprendan a determinar, discutir y denunciar”, señala.

En los próximos días la entidad que dirige Bautista se apresta a dar un golpe local contra un abusador. También trabaja de la mano con Europol y Ameripol en una operación internacional contra bandas que intercambian estos contenidos eróticos con menores.

‘Falta educación’

Para expertos como Carolina Piñeros, de Redpapaz, organización que trabaja en la construcción de pautas de prevención contra riesgos para menores de edad, “existe un desbalance en la manera como los padres estamos asumiendo el rol de guía para con nuestros hijos en temas digitales y de uso responsable de la tecnología”.

Ella considera que “los padres han olvidado que hay que educar para la autonomía. Así como enseñaron a caminar a sus hijos, deben acompañarlos y apoyarlos en su iniciación como usuarios de la tecnología y las redes sociales, para que puedan luego ‘caminar’ solos”.

En el mismo sentido opina el coronel Bautista: “El desconocimiento y a veces inocencia de los menores de edad en el uso y detección de peligros en línea hace que terminen como víctimas en los casos delictivos en internet”.

Esto es una demostración de que algo falla en el entorno familiar a la hora de estar pendientes, atentos, junto a los niños en internet.

Una de las preocupaciones de autoridades y expertos es que el mayor esfuerzo que tradicionalmente se ha hecho en temas de ciberdelincuencia contra menores está enfocado en la lucha contra la pornografía infantil en la web. En ese campo, Colombia ha logrado avances importantes, con redes de apoyo y de denuncia, públicas y privadas, que hacen que el 70 por ciento de las denuncias de la ciudadanía sean por este tipo de casos.

Sin embargo, en las otras modalidades, sobre todo las más nuevas y relacionadas con la explosión en el uso de móviles, no existe el mismo nivel de empeño articulado entre autoridades y sector educativo. Tampoco la misma altura tecnológica para detectar de manera temprana los casos. Siempre se ejecuta un proceso reactivo, cuando se descubren los hechos.

Los padres descubren las situaciones ya cuando ocurrieron.Desconocen totalmente lo que hacen sus hijos con distintas aplicaciones y contenidos que consumen sin vigilancia desde celulares y tabletas”, explica el coronel Bautista.

Un estudio de la Universidad de La Sabana de este año reveló que en Colombia la edad de ingreso a redes sociales y el uso intensivo de internet comienza a los 9 años.

Para Carolina Piñeros, una característica común en los casos delictivos en línea con menores es que “se evidencia un desconocimiento por parte de los padres sobre el comportamiento de sus hijos en estos entornos digitales. Suponen que conocen muy bien a sus hijos, pero en realidad su comportamiento en redes sociales, en especial en menores de edad que no se acompañan y rodean por parte de sus padres, se torna muy distinto”.

Alertas tempranas desde las redes

Las plataformas sociales como Facebook, Twitter o Google cuentan con tecnologías poderosas que analizan en detalle los datos de sus usuarios: tipo de contenido que consume, palabras clave que busca, tiempos de uso, dispositivos, frecuencias, comportamientos, gustos, etc. Esos datos son usados para que empresas de mercadeo digital puedan perfilar mejor el envío de sus mensajes. Pero ¿podría usarse esa misma tecnología para, por ejemplo, detectar de manera proactiva y temprana grupos, páginas o contenidos que invitan a menores a actividades como el suicidio, el consumo de drogas y alcohol, el abuso sexual, entre muchos otros?

“Es absolutamente posible. Lo que falta es ajustar esos algoritmos (motores matemáticos que analizan los datos) para que perfilen, por ejemplo, patrones que alerten sobre estados de ánimo”, explica Alberto Pardo, experto en mercadeo digital.

Cada vez que ocurre un hecho trágico relacionado con menores, las autoridades encuentran que en sus ambientes digitales existieron pautas de comportamiento (amenazas, expresiones de odio, etc.) que pudieron servir para prevenir. Los servicios digitales dicen que sí existen herramientas de prevención y seguridad. Facebook cuenta con el ‘Centro de seguridad familiar’, en donde explica a padres, profesores, niños y autoridades cómo luchar contra riesgos o actividades ilegales.

“Google desarrolló una herramienta que bloquea búsquedas sobre pornografía infantil y advierte al usuario sobre el delito en Colombia”, señala Viviana Quintero, de Redpapaz. Twitter también ofrece un portal informativo que explica las herramientas de reporte y denuncia de contenidos nocivos (safety.twitter.com), al igual que Google (google.com/safetycenter), en donde padres de familia pueden ver cómo hacer seguras para los niños las búsquedas, la navegación en YouTube y la descarga de aplicaciones y juegos en Android.

No obstante, falta mucho por mejorar. La presencia de pornografía de todas las variedades en Twitter es un fenómeno que esa red reconoce como desbordado.

eltiempo.com