Así es como Colombia impacta al cambio climático

El transporte por carretera y el cambio de bosques naturales por pastizales son los principales contribuyentes a la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, en el país.

Estas dos actividades hacen parte de los sectores (energía y uso de la tierra) que más emiten según el último inventario del país en este aspecto y que hoy dará a conocer el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).

El aumento en los gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono, el metano y el óxido de nitrógeno) es el responsable del incremento en la temperatura de la Tierra, fenómeno que se conoce como calentamiento global y del que ya se ven consecuencias como los desastres naturales o la pérdida de biodiversidad en el mundo.

Los últimos datos con los que contaba el país respecto a los gases causantes de tal problemática los entregó el Ideam en el 2010. El dato más actual, que surge a partir de información el 2012, es que el país emite 77.784.000 toneladas de dióxido carbono equivalente, una cifra que disminuyó en un 20 por ciento respecto a la última medición.

En este nuevo inventario, el sector de la energía ocupó el primer puesto en cuanto a emisiones, siendo el responsable del 44 por ciento. Para 2010, solo representaba un 32 por ciento, lo que indica que viene creciendo notablemente en los últimos años.

El mayor responsable en este sector es el transporte, específicamente el transporte terrestre que emite el 32, 6 por ciento. “Básicamente esto se explica porque Colombia es un país que se mueve a punta de camión y bus. No se tienen trenes ni otro tipo de sistemas más limpios como los trenes eléctricos en Europa”, señala Javier Mendoza, coordinador de la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático.

Este indicador también demuestra los atrasos en la implementación de sistemas integrados de transporte en las principales ciudades del país.

En este sector, además, se destacan por sus emisiones la industria de la energía con sus centrales termoeléctricas, la fabricación de combustibles sólidos y la refinación del petróleo.

“Colombia tiene una base hidroeléctrica muy importante, que es una energía limpia. Pero cuando nos afectan un Niño, como el que estamos viviendo, necesitamos de las termoeléctricas que disparan las emisiones de gases efecto invernadero”, agrega Mendoza.

La energía comparte responsabilidad con la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra (conocidos como el sector afolu), que representan un 43 % de emisiones según este nuevo inventario.

De todas las actividades, el cambio de bosque natural por pastizales, proceso que se ha identificado como la ‘potrerización’ para expandir las fronteras ganaderas y agrícolas, es el que más contribuye con un 35,2 % de responsabilidad.

La industria, por su lado, sigue teniendo un peso menor en esta emisión de gases que calientan el planeta: solo un 5%, aunque también aumentó respecto al 2010.

Los elaboradores del estudio explican que esto se debe a que no es una rama de la economía tan desarrollada en el país.

El Ideam también reconoce que las emisiones de residuos pueden estar subvaloradas, porque la información disponible en el país sobre rellenos sanitarios todavía es deficiente. La tarea es que los municipios deben actualizar sus datos para tener mejor información.

Omar Franco, director del Ideam, insistió que el transporte y el ordenamiento territorial (uso del suelo a escala municipal), son los dos principales aspectos en los que Colombia debe concentrarse de manera prioritaria, para reducir significativamente sus gases de efecto invernadero, debido a que juntos suman la producción del 87% de las emisiones.

¿Buena noticia?

Que el país haya disminuido sus emisiones de gases efecto invernadero podría pensarse como una buena noticia, teniendo en cuenta que bajar este indicador contribuye a que el planeta logre la meta de no aumentar su temperatura en más de dos grados para el 2050, hecho que de ocurrir tendría catastróficos efectos en el clima del planeta.
Según Omar Franco, director del Ideam, aunque este es un indicador positivo, se debe tener en cuenta que la disminución no fue en todo los sectores.

“Lo que sucede es que se presentó una reducción en la deforestación para el 2012, y eso significó que el cálculo general de los módulos restantes se viera influenciado en este periodo, mostrando reducción”.

Sin embargo, hay escepticismo frente a esta notable disminución porque regularmente un país no logra tal avance en términos climáticos. Así lo cree Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente y experto ambiental, para quien el argumento de la tasa de deforestación no es suficiente para explicar esta nueva cifra, debido a que el comportamiento del sector de tierras prácticamente disminuyó en la mitad respecto al registro histórico.

De acuerdo con el Ideam, también se debe tener en cuenta que hubo un cambio en la metodología de este estudio respecto a otras mediciones que había hecho el país antes de 2005.

Desde el 2011, trabajaron en recalcular todos los datos de Colombia desde 1990 al 2012, de manera que se pueda ver el comportamiento de emisiones. Esta nueva medición se elaboró con unas nuevas guías del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).

De acuerdo con datos de este organismo, para el 2010 la deforestación equivalía a 78,9 megatoneladas de carbono, pero esto varió para el 2012 cuando se redujo a 27, 3 tal indicador. Lo que significa que proteger los bosques es efectivo a la hora de hacerle frente a los cambios que se vienen con el calentamiento global.

Urge cuidar los bosques

Los bosques, con frecuencia, son reemplazados por terrenos agrícolas y pastizales para la actividad ganadera. El reto es lograr que esto cambie.

Comparada con la deforestación ocurrida entre el 2005 y el 2010,cuando Colombia registró una pérdida de 238.273 hectáreas de bosque por año, las cifras han mejorado pero siguen siendo preocupantes.

Según el Ideam, entre el 2011 y el 2012 el país redujo su tasa promedio anual de deforestación a 147.946 hectáreas.
Ya para el 2013, las hectáreas de bosque perdidas habrían sido 120.933. Aunque bajaron, corresponden a un área casi tan extensa como Bogotá.

Esta cifra sigue siendo grave, máxime cuando el Gobierno Nacional se comprometió a alcanzar la deforestación cero al 2020 si había cooperación internacional para lograrlo.

Para Elizabeth Valenzuela, coordinadora ambiental de Fondo Acción, organización que dirige proyectos de conservación y reconversión de áreas de bosques, se han venido gestando varios proyectos para que la actividad ganadera, el principal motor de la deforestación en el país, mejore sus prácticas e intensifique el uso de las tierras, y así permitirle crecer al bosque en otras hectáreas.

Valenzuela también apunta a que este periodo que analizó el Ideam coincide con la época del fenómeno del Niño del 2011, donde cientos de familias dejaron el campo a causa de los desastres naturales, y por ende pudo haber un menor uso de la tierra.

Otra de las hipótesis de esta disminución es el incremento en la declaración de áreas protegidas, tanto del Estado como de privados.

Llevarán el informe a cita con ONU

El nuevo inventario de emisiones de gases efecto de invernadero, así como las acciones de mitigación que ha venido adelantando el país, son el núcleo del reporte conocido como Biennial Update Reports (BUR), que entregará Colombia ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, antes de que inicien las negociaciones en París, a finales de noviembre. Estas cifras, así como el resto del informe, serán la carta de navegación del país en temas de cambio climático por los próximos cinco años, cuando se deberán actualizar.

El reporte BUR se renovará cada dos años y hace parte de la Tercera Comunicación de Cambio Climático que el país presentará en enero próximo.

eltiempo.com