Una persona muere cada seis segundos en el mundo por el cigarrillo

La cifra fue publicada por la Organización Mundial de la Salud en el Día Mundial sin Tabaco.

Cada vez que una persona enciende un cigarrillo, debería contar seis segundos y pensar que en ese tiempo otro fumador falleció a causa de una enfermedad relacionada al consumo de tabaco.
El impactante dato, publicado este domingo, al celebrarse el Día Mundial sin Tabaco, fue difundido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que representa casi 6 millones de muertes al año, de las cuales casi 2 millones son por cáncer de pulmón.

Se estima que en 2030 la cifra llegará a más de 8 millones de fallecidos.

Los datos indican que el 40 por ciento de la población mundial de entre 15 y 65 años fuma. En tanto, si bien en la Argentina la cifra bajó en los últimos años debido a campañas sanitarias, avisos en cajas de cigarrillos y prohibiciones para fumar en lugares públicos, la cifra de fumadores sigue siendo alta y ronda el 27 por ciento.

Esto suma cerca de 9 millones de personas que consumen tabaco, de las cuales 3 millones fuman más de 25 cigarrillos por día.

Las personas en su mayoría dicen conocer los daños que produce el tabaquismo pero no cree que esos efectos puedan suceder en sus cuerpos y esto tiene mucho impacto sobre todo en los jóvenes“, aseguró a LA NACION la médica cardióloga Laura Grynberg, miembro de la Fundación Cardiológica Argentina.

El consumo de tabaco explica casi seis millones de muertes por año en todo el mundo como consecuencia de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas, entre las más importantes. Además, es un factor de riesgo presente en 6 de las 8 principales causas de muerte en el mundo.

La especialista explicó que el consumo de cigarrillos afecta severamente al endotelio, la capa interna que recubre tanto al corazón como a los vasos sanguíneos y que les brinda protección.

Entre las enfermedades relacionadas con el tabaquismo activo y pasivo se encuentran distintos tipos de cáncer (pulmón, esófago, vejiga, riñón, estómago, páncreas), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y enfermedad vascular periférica.

Inicio en el cigarrillo

“Un aspecto preocupante que se observa en todo el país es el descenso en la edad de inicio”, sostuvo Grynberg. El mayor porcentaje de adolescentes de nuestro país probó fumar por primera vez entre los 12 y 13 años (44,5%), mientras que un 21,6% lo hizo a los 11 años o menos. Se estima que el 15% del gasto en salud corresponde a enfermedades relacionadas con el tabaquismo activo y pasivo.

Respirar humo de tabaco ajeno incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias entre quienes no fuman. Se calcula que de las 40.000 muertes anuales por tabaquismo en el país, 6000 corresponden a personas que nunca probaron un cigarrillo pero que estuvieron expuestas al humo de un fumador cercano.

Dejar de fumar es, quizá, una de las mayores acciones que un sujeto tabaquista puede realizar por su salud. Está demostrado además que el abandono del consumo de tabaco es siempre beneficioso, sin importar el grado de daño generado en un individuo.

La gravedad del cáncer de pulmón

De todos los tipos de cáncer que existen, el de pulmón es el que tiene más mortalidad genera. Pero este dato y la relación del tabaquismo con esa enfermedad parecen no conocerse del todo bien, en la Argentina y otros países de América latina.

Según una investigación divulgada por un laboratorio farmacéutico, que incluyó a 3000 participantes adultos de la Argentina, Colombia y México, además del gran desconocimiento respecto al cáncer de pulmón, hay un gran estigma asociado con esa enfermedad.

La encuesta divulgada en la ciudad de Chicago, EE.UU., donde se desarrolla la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), aproximadamente 8 de cada 10 consultados declararon que no sabían nada, o sabían poco, sobre el cáncer de pulmón, una enfermedad que mata más personas que el cáncer de colon, de mama y de próstata, juntos.

Más del 90 % de los consultados cree que fumar es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón, pero los investigadores afirman que es una realidad que puede afectar a cualquiera. El oncólogo italiano Giorgio Scagliotti, de la Universidad de Torino, brindó en ASCO un dato paralizante: entre un 15 a 20 por ciento de los casos positivos en el mundo de esta enfermedad que afecta el sistema respiratorio, se presenta en personas que nunca fumaron.

“El cáncer de pulmón tiene una mortalidad del 80 por ciento, ya que la mayoría de los casos se detecta cuando está en un estadio avanzado (grado 3). Y de ellos, el 95 por ciento son malignos”, explicó a LA NACION en una de las ponencias del congreso del cáncer en Chicago.

La enfermedad se puede contraer también por efectos de la contaminación del aire, por alteraciones genéticas, inhalar asbesto, humos de la cocina o el que se respira como fumador pasivo.

Estigmas del tabaco

Según la encuesta, en comparación con los resultados globales, los participantes latinoamericanos mostraron un mayor estigma asociado con el cáncer de pulmón, así como un menor nivel de apoyo y comprensión.

La mayoría dijo que las personas que tienen cáncer de pulmón se lo han buscado por fumar (73 % en Argentina, 75 % en Colombia y 68 % en México), y dos tercios de los participantes respondió que los enfermos son mayormente, o totalmente, responsables de su cáncer.

A pesar de que la mayoría encuestada señala que no es mucho lo que se puede hacer cuando una persona es diagnosticada con cáncer de pulmón, los especialistas del laboratorio suizo indicaron que se pueden utilizar terapias dirigidas para lograr mutaciones genéticas y tratar la enfermedad.

Y señalaron que los descubrimientos genéticos específicos para el cáncer de pulmón ayudan a personalizar los tratamientos dirigidos a las mutaciones de genes específicos.

Un 85 % de los encuestados reconoció la importancia de dejar de fumar, el 60 % cree en el diagnóstico temprano, 57 % en la buena comunicación entre médico y paciente, y el 55 % en el apoyo de la familia, los amigos y la comunidad.

GDA / LA NACIÓN