Lo que debe saber para manejar su carro y ahorrar dinero

Cambiar ciertos hábitos o – sencillamente – conducir mejor no solo se lo agradecerá su vehículo. El bolsillo también le dará las gracias.

comprar un carro suele ser una decisión motivada por la comodidad. Junto con la casa y la beca, es la fórmula que da como resultado calidad de vida.

Pero también es cierto que adquirir un vehículo es un gasto. En el mismo instante en que las llantas rozan por primera vez el pavimento de la ciudad, el automotor ya vale menos.

Por eso, cualquier dinero que nos podamos ahorrar terminará afectando de forma positiva nuestras finanzas. Y el secreto está en los pedales. Portafolio.co ‘se puso el overol’ y le ‘metió mano’ al tema.

Lo primero que hay que entender es que su manera de conducir afecta la vida de su carro. Desde el momento en el que arranca, de usted depende que el vehículo no consuma tanta gasolina o que el motor ‘se mantenga joven’.

Muchos creen que es una costumbre saludable prender el carro y dejarlo quieto por unos minutos antes de arrancar. Lo cierto es que, de este modo, hay un gasto innecesario de gasolina. Usted ya ‘despertó’ al motor y este necesita de su única fuente de energía para mantenerse funcionando. Entonces, al tenerlo quieto, está quemando combustible sin necesidad.

Sin embargo, tampoco está bien acelerar todo lo que el pedal se lo permita en cuanto ponga en marcha su automotor. Lo recomendable es que en los primeros diez minutos usted mantenga su carro a una velocidad media. Esa sí es una buena manera de ‘calentar motores’.

Ya ‘rodando’, hay varios ‘tips’ que vale la pena tener en cuenta. Jorge Enrique Willson, ingeniero de entrenamiento y desarrollo de una importante empresa fabricante de vehículos del país, asegura que lo más importante es ser previsivos y tomar decisiones con antelación.

Frenar encima de otros vehículos, hacer giros inesperados o acelerar a fondo de un semáforo a otro – típicos comportamientos de varios conductores capitalinos – no lo llevará más rápido a su destino y sí lesionará a su carro.

Si usted va a tomar una curva, por ejemplo, la clave está en prepararse con antelación. Podría desacelerar, evitando el desgaste de frenos y el uso excesivo del acelerador.

WilLson también nos revela otro error de conducción: poner el auto en neutro y dejarlo rodar cuando vemos a cierta distancia que el semáforo está en rojo no e suna buena práctica. Usted acaba de darle la orden a sus llantas de no moverse, pero su motor sigue activo. Como siente la ausencia de las ruedas, exige más gasolina para poder seguir respondiendo a sus exigencias.

Cuando pueda mantener su carro a una velocidad constante, tenga en cuenta que entre 2.500 y 3.000 revoluciones el consumo de gasolina es mínimo. Aunque depende del motor, varios ingenieros recomiendan andar el vehículo a 3.000 revoluciones, pues así se consigue la presión de una buena cantidad de aceite que lubrique las partes del motor y retrase su desgaste al evitar fuertes fricciones entre sus piezas. Aunque le encante correr, modérese si busca ahorrar combustible. Jorge Enrique asegura que tiempo que usted gana no compensa la gasolina de más que está gastando cuando sube la velocidad por encima de los 120 km/h.

Sin embargo, eso de ‘mantener una velocidad constante’ puede resultar una utopía por las calles de Bogotá. Los trancones, escenas comunes en la capital, son el peor enemigo de su intento de ahorrar gasolina. Que el carro esté detenido no significa que su motor también y, por tanto, sigue consumiendo gasolina. Pero muchos fallan al creer que deben apagar el automotor mientras el tráfico avanza y Willson lo desmiente: en la arrancada usted consume más gasolina que la que se ahorró con el vehículo apagado.

Un error muy común – en especial, en quienes son ‘primíparos’ – es hundir el embrague por mucho tiempo cuando se quiere hacer un cambio. Usted debe meterlo y soltarlo al mismo tiempo que hace el cambio pues, de lo contrario, genera fricción entre las piezas.

“Los olores nos indican cuando estamos haciendo algo mal. Así como los frenos huelen de cierta manera cuando los recalentamos, el embrague también expide cierto aroma cuando abusamos de él”, añade Willson.

El también tiene una sugerencia para cuando se encuentre bajando una colina: mantenga su carro en el mismo cambio con el que lo subió, esto le permitirá no usar excesivamente los frenos. “Recuerde que no importa a cuántas revoluciones vaya, en este caso usted no está consumiendo combustible”, explica.

El ingeniero ademas tiene una recomendación final luego de hacer un llamado a una conducción consciente y responsable: ¡disfrute su carro!

MÁS VERDADES QUE MITOS

El imaginario colectivo suele estar errado en las concepciones milenarias que conserva. Sin embargo, en temas de conducción, Portafolio.co encontró más aciertos que ideas erróneas.

Sí, es cierto que, entre más peso le cargue a su vehículo, más gasolina va a consumir. Willson recomienda eliminar las cargas extras cuando se maneja dentro de la ciudad pues un kilo de más pesará en su cuenta del mes.

Tampoco está equivocado si cree que bajando las ventanas de su carro aumenta el gasto de combustible. Le está permitiendo al aire generar mayor resistencia y, por tanto, exigiendo al aire más fuerza. ¿De dónde pretende que la saque?

Otra concepción cierta es que el uso de su aire acondicionado es directamente proporcional al consumo de gasolina. “Mejor quítese la chaqueta dentro del carro y deje el aire apagado”, sugiere Jorge Enrique.

Sin embargo, un mito urbano es que el último cambio es para ser más veloz. Hay cajas que tienen, incluso, hasta sexta. Estos topes están diseñados para reducir el gasto de combustibles.

SABÍA QUE…

La presión de sus llantas también afecta el consumo de su carro. Entre más ‘bajitas’ estén sus ruedas tendrán más contacto con el piso, lo cual dificultará que el carro ruede.

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